Que los gobernantes viven fuera de la realidad cotidiana de sus conciudadanos, en un mundo en el que las prioridades solo las marcan ellos, resulta mas que evidente y no vamos a abundar en ello. Que en su intento por justificar lo injustificable inventan argumentos de lo más peregrino que además muchas veces trascienden al mero hecho de la corrupción y que simplemente intentan mantener sus alocadas pretensiones, también resulta indiscutible para cualquiera que haya tenido alguna relación con el poder.
Por eso, que el Ayuntamiento de Mérida propusiera montar una pista de padel y sus correspondientes gradas y demás infraestructura, en la arena del anfiteatro de Emerita Augusta del año 8 a. C. no sorprende... sencillamente da idea del nivel de los gobernantes de esa ciudad.
Lo que si sorprende algo más, es que las compañías que patrocinan el evento no supieran aventurar los problemas que podría traer esta instalación y se permitieran asociar su imagen (la de sus marcas) a tremenda barbaridad. Ahora mismo la imagen de los patrocinadores (Damm, Phillips y Adeslas) ha quedado seriamente dañada para los representantes de marketing de estas marcas. Sorprende que se dejaran arrastrar por los cantos de sirena de la agencia promotora y del ayuntamiento, y que aceptaran este emplazamiento como un valor añadido a su patrocinio, sin tener en cuenta las evidentes repercusiones sociales que tiene la utilización de lo público para beneficio privado, lo que dice muy poco de estas marcas.
Uno de los objetivos de las corporaciones en estos momentos, por múltiples motivos que sería arduo señalar, es incorporar la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) a las marcas, y esto debe de ir más allá de mandar algunos recursos al “tercer mundo” (países empobrecidos). Por lo que deben realizar campañas que ayuden a solucionar problemas sociales y/o a concienciar sobre ellos. Ahora cuando bebamos una cerveza Damm o nos ofrezcan un seguro de La Caixa-Adeslas no podremos evitar acordarnos de este incidente....en Phillips la repercusión será menor, al tener una imagen internacional que compensa en parte esta penosa decisión. Como en Coca Cola, a pesar de las barbaridades cometidas con sus trabajadores en Madrid, el boicot ha sido menor de lo esperado, debido en gran medida a su proyección internacional.
No quiero terminar esta entrada sin resaltar que han sido los concejales de IU de Mérida los que han dado publicidad a esta cuestión. Desde que se creó IU ha estado en la lucha en todas las causas y contra todo tipo de abusos, aunque bien es sabido que mamones los hay en todas partes, y en esta acción hay que sumar el apoyo de un portal de Internet que propulsó la recogida de firmas.
Y esperemos que este caso lo estudien los responsables de marketing de las marcas y saquen sus conclusiones.
Enhorabuena a todos
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