1. Nación
es una comunidad imaginada, un concepto intersubjetivo, variable
en el tiempo y según en qué espacios. El sentimiento de
ser/pertenecer a una nación hoy ha cambiado. Mucha gente,
especialmente la joven, tienen sentimientos múltiples de comunidades
imaginadas. Una persona se siente unida, ligada a una comunidad, que
es en primer lugar lo próximo, su pueblo-barrio-municipio o comarca,
y de ahí se salta a otras comunidades aparentemente cercanas: su
región-nación, Europa... Así lo reflejan estudios sobre los
sentimientos más fuertes de pertenencia, que es a lo próximo: la
localidad, la generación (por la edad) y el género. Los tres casos
son comunidades en que uno se siente ‘entre iguales’ (por ej. ver
en J. F. Tezanosi
). El sentimiento de pertenencia a una clase social también existe
pero ha perdido importancia en las últimas décadas, aunque desde el
comienzo de la crisis vuelve a crecer.
Por
otra parte cada vez más gente complementa esto con la identificación
como “ciudadano del mundo”, sentimiento que tienen desde los
nuevos hijos de la globalización, desde el humanismo y la visión
social (ONG, asociaciones sin fronteras...), hasta los técnicos,
cuadros, pijos ejecutivos y gerentes del capitalismo transnacional
(Castells, 2017, Luyendijk, 2015ii).
La conclusión es que se le da menos importancia a ‘ser’ de una
nación.
2. Históricamente
España nunca ha sido una nación, no se ha sentido como nación
única, sí como Estado, en el que conviven varios sentimientos
nacionales. Esto es la historia de los últimos mil años -parece que
con los visigodos hubo un tiempo en que sí hubo una sola nación.
Pero estos parámetros no nos sirven para medir la realidad actual.
En el Estado español existen sentimientos de pertenencia al menos a
cuatro nacionalidades: Cataluña, País Vasco, Galicia y...
España. Porque si una parte importante de la población de un
territorio considera que su nación es España no se puede negar esa
realidad. Como siempre, todo depende de las definiciones.
En
Galicia el sentimiento nacionalista es minoritario, pero incluso así
una parte de la población considera que Galicia es una nación
dentro de otra, España. Y no pasa nada. Como decíamos, España no
era una única nación, pero desde hace varios siglos se ha ido
construyendo esa realidad nacional de autoimagen nacional,
superpuesta a la de otras nacionalidades. Y tampoco pasa nada por
reconocerlo. Se sea de derechas o de izquierdas.
3. El
independentismo nos divide a todos, a las izquierdas más. Ya lo
hemos comentado,
http://tomasalberich.blogspot.com.es/2017/09/si-al-referendum-en-catalunya-para.html
Esperemos que con la salida de los últimos independentistas del PSC
y de Podem (Dante Fachin y cía) la cuestión haya quedado
clarificada en las izquierdas, al menos durante un poco de tiempo.
4. Cortinas
de humo. Los antecedentes inmediatos a la situación actual son
esquemáticamente: a) los nacionalistas catalanes han gobernado y
vivido fenomenal durante más de treinta años, dirigiendo y
gestionando casi todo, desde la política educativa-lingüística,
hasta la sanidad, los demás servicios públicos y la seguridad
ciudadana b) La afrenta antiestatut se produce en 2010, cuando
el nuevo Estatuto aprobado en los dos parlamentos (catalán y
español) y en referéndum, es modificado después por el Tribunal
Constitucional (contradicción constitucional denunciada por
múltiples juristas, la Constitución tiene errores que habrá que
corregir) c) Es solo en 2012, cuando van apareciendo los casos
públicos de corrupción, cuando los Puyol y dirigentes de
Convergencia i Unió ven que pueden acabar en la cárcel, es cuando
dan el giro independentista en sus organizaciones. Objetivo doble:
aspiración a ser juzgados solo por tribunales catalanes y, sobre
todo y en el corto plazo, cortinas de humo que tapen la corrupción y
los recortes sociales que estaban imponiendo a la población
catalana. Exactamente los mismos objetivos que el PP en el resto de
España.
Así,
los dos partidos más corruptos de España, y seguramente de la Unión
Europea, el Partido Popular y CiU son los dos más interesados en la
tensión. No es que se aprovechen de la tensión: es que la han
estado fabricando, alimentando o incentivando, en el último lustro
al menos.
Lo
robado por el clan de los Puyol se calcula que son más de mil
millones de euros. El expresident Mas ha pedido 2,2 millones
hace unos días para pagar lo que le falta de lo solicitado por el
Tribunal de Cuentas (por el referendo de 2014). Después de
recolectar dinero por toda Cataluña no llega a los 3 millones. De
verdad que no lo entiendo. Partidos corruptos, con sentencias
judiciales que les han embargado hasta las sedes, Unió se ha
disuelto, Convergencia también, renaciendo con otros nombres varias
veces, pero que han cobrado ilegalmente un 3 a 5% de las obras de
Cataluña durante décadas, miles de millones de euros en comisiones,
y el expresidente sale en los medios diciendo que “es que van a por
nosotros, a por nuestro patrimonio, a por nuestras familias...”
(mostrando lo que es la casta: familia/patrimonio es lo mismo).
5. Hay
independentismo (y nacionalismo) de derechas y los hay
de izquierdas, reconozcámoslo de una vez. Especialmente hay
que reconocerlo desde esa izquierda corta de vista que, por un lado,
predica y recuerda lo de “proletarios del mundo uníos”, ya que
“la izquierda siempre ha sido internacionalista” dicen y es
cierto, pero luego le echamos las culpas de los males de “España”
al Gobierno alemán, al de USA, etc. Si se es internacionalista
radical de verdad estaríamos en contra de todos los Estados y nos
daría lo mismo que en la UE España esté representada por un Estado
o por dos o por tres.... Es decir, se es internacionalista siempre y
cuando no me toques a España. Que es una e indivisible. Esto no creo
que sea muy de izquierdas. Pero es la realidad: todos somos un poco
nacionalistas. No pasa nada por reconocerlo.
6. Por
lo tanto asumamos, por ejemplo, que la CUP anticapitalista catalana
es de izquierdas, aunque se pueda considerar que su estrategia y sus
tácticas estén equivocadas. Principalmente porque han puesto en
primer lugar, como objetivo prioritario y principal, la
independencia, dejando en segundo plano los objetivos sociales, de
redistribución, igualdad, etc.
La
CUP, como otras personas de izquierdas en Cataluña y en España,
consideran que es más factible conseguir la República en Catalunya,
mediante una gran movilización social sostenida en el tiempo, y así
conseguir un nuevo Estado más igualitario, justo y libre. Que esto
es más fácil y alcanzable que luchar por los mismos objetivos para
el conjunto del Estado actual. Esta es su consideración estratégica.
Piensan que hay que apoyar el independentismo porque ‘la cadena se
romperá por el eslabón más débil’: el régimen
monárquico-corrupto se romperá en Cataluña y pasaremos a una fase
de cambio radical o al menos de transformación republicana y social,
1º en Cat. luego en el resto. Esto, aparte de ser un planteamiento
que se pueda considerar egoísta, es que la realidad que nos ha
traído el proces tiene bastante de lo contrario: el
reforzamiento de la derecha en toda España.
7. El
proceso independentista ha favorecido un rearme político e
ideológico para las derechas españolas. El PP ha hecho bloque
con VOX, con el Ciudadanos recentralista y ha impuesto la estrategia
españolista al PSOE. El PP, partido corrupto donde los haya, ha
conseguido gracias al independentismo catalán que no se hable de lo
importante. Entre las miles de cosas que dejan de aparecer en los
medios de comunicación solo señalaremos dos: corrupción masiva,
Gurtel, con jefes de policía acusando a toda la cúpula del PP de
corruptos y no pasa nada. ILP para la vivienda de Madrid, 76.000
firmas recogidas, tumbada antes de discutirse por PP y C’s y no
pasa nada. Nadie se ha enterado.
8. A
favor del independentismo digamos que ha servido para algo: mostrar a
la ciudadanía algunas de las características y contradicciones del
sistema político y del poder económico, las empresas se van y la
situación cambia. La inmensa movilización social pacífica en
Cataluña ha extendido las ideas republicanas, ha mostrado la
realidad de una monarquía borbónica obsoleta y ha mostrado lo
imparable que es un acto de desobediencia civil cuando es masivo y
pacífico: el 1 de octubre acudieron a votar más de dos millones de
personas sabiendo que hacían un acto “ilegal” según la
legislación vigente del Estado. Ha sido una victoria, más que de
los partidos políticos soberanistas, que también, de la sociedad
civil organizada entorno a cientos de comités locales de defensa del
referéndum. Esta red ciudadana se ha empoderado con el proceso
movilizador. Esperemos que se mantenga pero que también se oriente
para otros objetivos sociales.
9. No
hay cambios sociales gratis. Llegados a este punto, analicemos
otros supuestos éxitos. Conseguir que el Rey trabaje un día más al
año no parece mucha victoria. Ha mostrado que sirve al partido
gobernante y punto. El PP sale ganador del proces y no lo
oculta. Rajoy: “yo he convocado las elecciones”. Gobierna en Cat.
por primera vez en la historia. El 2º ganador es el Ibex 35 y las
multinacionales que han mostrado su poder. Cuando han empezado a
cambiar sus sedes a fuera de C. la situación ha cambiado. Han
mostrado mediante la acción directa que el coste de la independencia
sería elevado o, en todo caso, que no hay proceso rupturista sin
costes económicos.
Vicenç
Navarro: “la crisis social ha continuado profundizándose, las
derechas reaccionarias están enormemente movilizadas, y más fuertes
que nunca en el periodo democrático. Intentar generar un proceso
revolucionario en la situación actual es un error enorme, como ha
ocurrido en otros momentos históricos en nuestro país y en otros
países [...] Nunca antes durante el periodo democrático habíamos
visto a las derechas tan envalentonadas. Esta estrategia ha creado
una situación tal que la bandera borbónica ha pasado a ser la
española, incluso a nivel popular
http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2017/11/08/la-desunion-de-las-izquierdas-una-de-las-mayores-causas-de-la-gran-crisis-social/
El
independentismo catalán ¿no sabía que esto iba a pasar o
simplemente no querían pensar en ello? O les daba igual porque para
sus dirigentes políticos el objetivo no era la independencia eran
otras cosas.
Aquí
un pequeño paréntesis para una reflexión: si el proceso
movilizador comenzado en 2011 y continuado con las mareas ciudadanas
y las marchas de la dignidad (más de un millón de personas en la
movilización de 2014), si este proceso hubiera continuado en el
tiempo y a más, poniendo a presión al sistema
especulativo-corrupto-depredador que nos gobierna, la situación
hubiera sido parecida: las multinacionales ubicadas en España
hubieran 1º amenazado, cambiado su sede después y 3º habrían
aumentado las deslocalizaciones y, más aun, el descenso del turismo…
Es la economía globalizada que tenemos. No hay procesos
transformadores sin costes, ni tan siquiera procesos de cambio
social. No hay transformación político-social gratis. Tengámoslo
en cuenta.
10. El
separatismo catalán está en, en estos momentos, en un callejón sin
salida, en un punto muerto del proceso. Vías pacíficas exploradas:
La
presión permanente en la calle, huelgas, manifestaciones, cortes de
carreteras,... lleva a que más y más empresas se vayan de Cataluña.
Mostrando una economía globalizada y muy débil, como en el resto de
España. Los primeros que se van son los turistas... motor económico
de primer orden en toda España. El separatismo low cost se ha
mostrado como imposible. Manifestaciones de millones de personas
muestran lo crítica que es una parte importante de la población con
el Gobierno estatal, pero este no se inmuta. Sabe que están en el
callejón sin salida. Si se crea un clima social de mayor
inestabilidad la economía se resentirá más. Y no parece que los
catalanes estén por la labor de sufrir para conseguir la
independencia. En las encuestas solo un 15% considera que el
sentimiento independentista es irrenunciable y por motivos-emotivos
diversos (encuestas del órgano oficial catalán, pueden ser incluso
menos). El resto del independentismo es instrumental, material:
considera que en una Catalunya independiente se viviría mejor, con
más PIB más nivel de vida, lo cual es muy discutible. Una cosa es
el PIB y otra el nivel y otra la calidad de vida. Una cosa es el IPC
y la renta per cápita y otra la calidad de la vida (por ejemplo, es
atrevido afirmar que la mayoría de la población de Andalucía tiene
peor calidad de vida que la de Cataluña, en todo caso las
diferencias son pequeñas). En la creación de independentistas ha
hecho mucho daño que el PP vetara leyes catalanas de carácter
social. Pero han sido básicamente dos y muy recientes: para dar más
derecho a la vivienda frente a los desahucios y de la pobreza
energética.
11. Si
las grandes movilizaciones masivas no sirven para conseguir la
independencia ni para pactar un referéndum, quedaría la vía
heroica minoritaria, practicada con éxito ante terribles
injusticias y en países colonizados: huelgas de hambre, encierros y
quemarse a lo bonzo. No lo digo en broma. Esto es lo realizado en
países que consiguieron la independencia, como la India, recordemos
que Mas y Puigdemont se compararon con Gandhi, y en otros que no lo
consiguieron (Tíbet). Pero ¿cuantos catalanes están dispuestos a
realizar una huelga de hambre indefinida? Parece que pocos. De
momento ninguno. Si para ellos la independencia fuera un hecho
irrenunciable y lo principal en su vida lo harían. Como lo han hecho
muchos independentistas en otras partes y como lo han hecho numerosos
presos políticos, sufragistas, etc. en los últimos siglos que
consideraban y practicaban todas las vías de acción para conseguir
Derechos Humanos fundamentales. Pero no es el caso que nos ocupa.
Tenemos
a los líderes de Esquerra: El supercatólico Junqueras ha
declarado que este conflicto se reduce a algo simple “la lucha del
bien contra el mal”. La misma afirmación que hicieron otros
líderes históricos, como Bush antes de invadir Irak, o la
Inquisición y los Reyes Católicos antes de expulsar a musulmanes y
judíos. Vamos avanzando en los análisis. Junqueras ha prometido
varios años que “la próxima Diada será en una Catalunya
independiente”, no ha explicado si ha sido una visión mística o
es que le hablan fuerzas superiores, divinas, a las que el resto de
los mortales no llegamos. Junto a él está su portavoz en el
Congreso, Rufián, al que no le faltó un minuto para acusar a
Puigdemont públicamente de que se “había vendido por 155 monedas
de plata” cuando, simplemente, había rumores de que el President
convocaría elecciones en el fatídico viernes negro de la DUI y el
155 (27 de octubre). En la calle ya había pancartas de “Puigdemont
traidor”. Estos son los héroes independentistas. (Por cierto
Puigdemont ha declarado esta semana que sintió “una llamada” que
le decía que debía presentarse y defender a Catalunya).
Dos
semanas después, líderes de Esquerra y del PdCat son ahora los que
dicen que lo aprobado “solo era simbólico” (Carmen Forcadell,
Presidenta del Parlament), que no estaban preparados para la
independencia (Consejers), incluso una persona normalmente seria,
Joan Tardá, compañero de Rufián, afirma que no ha llegado la
independencia a Catalunya porque la mayoría de los catalanes no lo
han querido. Pero eso no les impidió a ellos declarar la
independencia y defender repetidamente su “legalidad y legitimidad”
y su mayoría hace solo dos semanas... así de fácil y sin pedir
perdón ni nada.
O
sea que nos han metido a toda España en este lío, en esta
confrontación, con costes económicos, humanos, violencia, etc. por
algo simbólico, un espectáculo teatral que hace ya más de
dos años representaba a la perfección el pueblo de “Ocho
apellidos catalanes” para engañar a la yaya. ¿Son todos estos
nuevos traidores del independentismo o ya se van reconciliando con la
realidad? Porque parece que muchos independentistas “se han caído
del guindo” y han descubierto incluso que la policía, cuando se le
ordena, pega a gente pacífica, o que hay presos políticos o casi.
Cuando
a los mossos se les ordenó cargar y pegar ¿dónde estaban los
demócratas? Por ejemplo el 27 de mayo de 2011 el gobierno de Mas
ordena desalojar violentamente a los acampados del 15M: el Consejero
de Interior adujo que por la tarde jugaba el Barça y no iba a
permitir acampados en la plaza, que quedaba muy feo. Hubo numerosos
heridos y denuncias judiciales. Unos meses después el Parlamen va a
aprobar recortes brutales en sanidad, educación, etc. El Govern de
Mas se adelantaba a lo que luego haría Rajoy. Grupos sociales y
algunos 15M, llaman a rodear el Parlamen y hay manifestantes que
insultan y se encaran con diputados. Varios de los manifestantes,
años después, van a la cárcel, el Govern ha ejercido la acusación
particular contra ellos. Igualmente había ordenado a los mossos que
retiren urnas cuando se quieren organizar referendos contra la deuda
ilegítima de los bancos, o contra los desahucios. Estos que
ordenaron la represión son los mismos que ahora desde Bruselas
acusan a la policía española de brutalidad.
¿Hay
presos políticos en España o de conciencia? En cualquier país
europeo encontraremos alguno. Esto no significa que España no sea
una democracia, en parámetros básicos al menos. A lo mejor pensaban
muchos independentistas y pacífica buena gente que los sucesos de
septiembre, cuando, recordemos, los líderes de las asociaciones
convocan a miles de personas a las puertas de la Consejería que
estaba siendo registrada por la Guardia Civil y la gente se apodera
de varios vehículos policiales, les rompe las lunas etc. y no iba a
pasar nada. Después los dos Jordis se suben a estos vehículos
policiales ‘capturados’ y desde encima de ellos dan un mitin.
Luego les llaman a declarar y les mandan a prisión ¿Pensaban que
les iba a salir gratis? Si los acampados del 15M o las mareas
ciudadanas, o cualquier perroflauta, hubieran hecho lo mismo,
apoderándose de vehículos policiales ¿que se habría dicho de
ellos? En cualquier país europeo ¿no serían preventivamente
detenidos los que dirigen estos actos? Eso no quita para que hoy
consideremos una exageración mantener en prisión incondicional sin
fianza a los Jordis y al Govern, es una medida excepcional y política
que esperemos que el Tribunal Supremo derogue lo antes posible.
Tampoco
es el único caso. A unos jóvenes de Alsasua se les ha aplicado la
ley antiterrorista por una pelea en un bar, están y pueden pasar
largos años en la cárcel ¿es justo? Y por no hablar de los
tuiteros encarcelados.
12.
Pero, volvamos al objetivo instrumental: la independencia está
bien, pero para vivir mejor. Una cosa es ir a una manifestación, o
incluso a un referéndum que se considera ‘alegal’, y otra cosa
es vivir peor. El día que se anunció la DUI, un sindicato anunció
una huelga ¡de 10 días! en respuesta a la simultánea aplicación
del art. 155. Al día siguiente desconvocaron. Una semana después
parte del Gobern va a prisión. Se convoca una nueva huelga general,
ahora de un solo día (8 de noviembre). El paro fue muy minoritario,
la movilización se refleja en cortes de carreteras, paralización
del transporte público por piquetes, mayoritariamente de jóvenes.
Es decir una cosa es el querer, votar la independencia,
manifestarse... a ser posible en fin de semana... y otra cosa es el
trabajo, el dinero y la estabilidad.
13. Por
otra parte, el movimiento a favor del derecho de autodeterminación
es minoritario a nivel estatal y seguramente lo seguirá siendo en su
aspiración a modificar la Constitución para que se recoja. Pero en
las pasadas elecciones autonómicas el 48% de los votantes en
Cataluña lo hicieron por opciones independentistas ¿no es esto
suficiente para que el Estado negocie un referéndum pactado? La
responsabilidad del PSOE en este proceso es enorme, al seguir anclado
en su posición españolista de negarse a la negociación concreta de
un referendo pactado.
¿Tan
difícil sería en el siglo XXI reconocer el derecho de
autodeterminación cuando, por ejemplo, un 20% o un 30% del censo de
una Comunidad Autónoma firme una solicitud de referéndum? Negarlo
no parece democrático.
14. ¿Alguien
se cree que el PP-Vox quiere una salida pacífica, pactada y
negociada del conflicto catalán? Durante años, cada vez que el PP
hablaba subían los independentistas. Pero es que cada vez que estos
hablan, el PP da palmas con las orejas. Ya no se habla de lo que a la
mayoría social le importa: se habla de lo que al PP y al catalanismo
independentista le interesa: la unidad de España.
Y,
última vía, si una minoría de ese independentismo se hace más
violenta y explora vías más radicales (kale borroka, sabotajes,
etc.) lo dicho anteriormente se multiplica.
Por
lo tanto, cualquier vía de continuación del actual independentismo
conlleva 'sangre, sudor y lágrimas" que decía Churchill. O,
cambiar, y dar el viraje que acaban de comenzar algunos para volver
al nacionalismo puyolista pactista y legalista, que tan bien
les fue durante tres décadas, aupando al cuasi candidato Vila a la
cabeza, bautizado como el nuevo Macron de Cataluña. Y cientos de
miles de catalanes tendrán que cargar con la frustración de los que
se creyeron que lo de la independencia iba en serio.
La
única vía de salida razonable al independentismo es por tanto una
vuelta al pactismo, planteando una apuesta clara por un modelo
federal o confederal, donde se reconozcan determinados derechos a
Cataluña, como se hizo con el País Vasco y Navarra. Los
independentistas deberían de reconocer esto ya públicamente, lo que
muchos dicen en privado, y Vila en público. Lo decían antes y
ahora. Saben que la DUI era un salto en el vacío. Con una salida
federal o confederal todos saldríamos ganando.
15. Es
algo conseguible si se mantiene la presión en la calle y en las
urnas, planteando por parte de una mayoría política, que va desde
el PSOE y toda la izquierda hasta el nacionalismo con seni:
- Una
reforma constitucional clara, con plazos realistas y que se votaría
en todo el Estado. El referéndum sería un punto de llegada o un
punto y aparte, no puede ser el punto de partida como se ha hecho
ahora. Después de una negociación seria, de verdad, se podría
votar simultáneamente en Catalonia y en toda España una reforma
constitucional y que se reconozca un nuevo Estatut (tomando como
referencia el parado en 2010). Se puede acordar (entre la mayoría de
partidos) que en esa consulta los catalanes pudieran optar, por
ejemplo, entre la independencia total, seguir como hasta ahora o un
nuevo Estatut con más competencias.
- De
nuevo la responsabilidad del PSOE es crucial. Por esta vía (federal
o casi confederal) estarían de acuerdo toda la izquierda y todos los
nacionalistas, aunque algunos de izquierda e independentistas no lo
digan públicamente, y deberían hacerlo. Solo falta que el PSOE
mueva ficha. A ver si, de una vez por todas, pasa algo de verdad.
Tomás
Alberich (sociólogo) http://tomasalberich.blogspot.com.es/
i
Tezanos, José F. (2013): La sociedad dividida. Estructuras de
clases y desigualdades en las sociedades tecnológicas, Biblioteca
Nueva (Siglo XXI), Madrid
ii
Libros muy recomendables para
entender la sociedad actual y la crisis:
Castells, Manuel et al
(2017): Otra
economía es posible. Cultura y economía en tiempos de
crisis. Madrid,
Alianza Editorial.
Luyendijk, Joris
(2015): Entre tiburones:
una temporada en el infierno de las finanzas.
Barcelona, Malpaso Ediciones.
hecho en falta: " Una reflexión sobre la articulación entre las fronteras políticas y sociales, los efectos de la globalización en la organización del planeta, y la formación de sociedades multiculturales como proceso patente e irreversible, que lleva consigo la necesidad de diálogo y la incorporación de transformaciones sociales, políticas y culturales."
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