(advertencia: distopía no apta para gente sin humor y
capacidad de reírse de sí mismo)
Las cosas en la península ibérica tampoco habían ido muy
bien. A finales de 2014 se produjo una cierta implosión: los periódicos
decidieron que ya no cabían tantas noticias de corrupción y detenciones, ni en letra pequeña. Simplemente no tenían
espacio, mejor dicho espacio si había -en los digitales-, pero donde no había era
en la cabeza de los lectores. Pasado el punto de saturación, ya ni los premios
Gran Wyoming a los mejores corruptos del año, tenían gracia.
Las tarjetas black habían hecho mucho daño, a pesar de
suponer un gasto corrupto insignificante, como bien dijo Rato, menos del 1% de
sus ingresos y del resto de los otros 80 que las usaron ¿cómo iba él/ellos a
controlarlo todo?
“Acebes Miente, valga
la redundancia”, fue una frase que se había hecho popular mucho antes, en
2004, cuando los atentados que adjudicó a ETA. Pero luego, 10 años después se
vio para que mentían principalmente: él y toda la cúpula del PP estaba
imputada, en la cárcel o en vía de. Desde todos los tesoreros a los principales
ministros. Todos excepto el capo mayor.
Lo de las familias Pujol y aledaños fue otra cosa, aunque
también contribuyó a desbordar el vaso. Aquí estamos hablando de negocios de
miles de millones de euros, las mordidas correspondientes eran algo a
considerar, no eso de las tarjetitas. Al final tuvieron que confesar: todo lo
habían hecho por el bien de Cataluña.
Habían creado una opaca fortuna,
todo un
paraíso fiscal
propio-Estado
catalán paralelo al oficial,
preparado
para serlo
de derecho
no solo de hecho.
En la
antigua IU la cosa tampoco había ido muy bien. El sempiterno
e inaguantable ángel perez-oso, había seguido escalando posiciones hasta llegar
a la Alcaldía.
Acompañado de su inseparable amigo "morralsantín"
o moral sin santo, concejal de Hacienda.
Total que entre el ángel y el santo la liaron parda, más que el oso.
Los otros de las tarjetas, capos-empresarios, nadie se
sorprendió. Pero sí de los “sindicalistas de Armani” (curiosamente esta
denominación se había acuñado bastantes años antes de saber que don Benito se
había gastado más de 17.000 euritos en sastres a cuenta de la Caja). Pobres,
creyeron que lo de estar en un sindicato de clase se refería a una sindicato
guay “con clase”.
Total que entre unos y otros, en la política parlamentaria y
ante el ascenso de algunos populismos de izquierda, las derechas y los centros
llegaron a consumar el acuerdo de unión que ya mantenían de hecho desde hacía
tiempo. Primero les llamaban PP+PSOE, luego Ppsoe, pero cuando se fusionaron,
por el bien de España, pasaron a
llamarse simplemente PPS, Partido Popular Socialdemócrata, más conocido por el
“Pepes”. Años después, cuando
Cataluña consiguió la independencia,
gracias a los ahorrillos de esas familias catalanas que no querían ser
descubiertas y a que el resto de España estaba, aún más si cabe, hundida en la
corrupción absoluta, la correlacion de fuerzas cambió.
Aguirre, la cólera de dios, primero arrasó y fue alcaldesa
madrileña, pero ahí no quedó la cosa. Después ,
por el bien de España (o de lo que
quedaba) dimitió, dejó el puesto a su aliado perezoso y se presentó a las
generales. Ganó pero no arrasó, solo le faltó para la mayoría absoluta la
alianza primero, fusión después, en el nuevo partido, todos juntos, el citado
Pepes, también conocido como posmodernos renovadores, the new casta.
¿Y qué pasó del resto? Un nuevo partido, Podemos o Pablemos, ya
no me acuerdo como se llamaba al principio (algunos les llamaban Potemos -mala
hostia gastaban), quiso utilizar el popular y movilizador “sí se puede” hasta
el agotamiento; de tanto repetirlo la gente se cansó. Tanto que pasó a llamarse
PPNND, Podíamos Pero No Nos Dejaron, más conocido por PepeNoNo, que a veces producía una cierta confusión con el Pepes anterior.
El resto también fue cambiando o, simplemente,
desapareciendo. La sopa de siglas de PCE-Izquierda Unida-Izquierda
Abierta-Izquierda Plural-CUT-Chunta-Nova, etc. pasó a llamarse “Sopa de Letras” (conocido como SL). Durante
mucho tiempo estuvieron discutiendo, en interminables, eternas discusiones a lo
Bizancio, sobre si llamarse “Sopa de Siglas”, tal vez el nombre más
representativo, o Suma de Siglas (defendido por los puristas), o “Sumar y a por
Todas” (rechazado por las feministas), o “Juntarse para Ganar” (demasiado
parecido a Ganemos), o “una persona un voto, una persona una sigla” (más
exacto)... así hasta que casi nadie les hacía caso.
Los movimientos sociales y políticos (que así se les llamaba
en esa época) también sufrieron
transformaciones. Los indignados, abanderados de la horizontalidad total,
consiguieron que los movimientos
(como se les llama ahora) llegaran a ser tan igualitarios, democráticos y
horizontales que se quedaron en el “encefalograma plano”, línea horizontal que
vemos en un aparatito para señalar que estamos muertos. Consiguieron ser tan
democráticamente horizontales y participativos como la parálisis, la nada.
Los abanderados de la transparencia radical también ganaron
su batalla, la consiguieron totalmente: tan trasparentes que se volvieron
invisibles.
Luego llegaron los “alegres años 20” , la crisis, después de tres
lustros, parecía que podía empezar a quedar atrás. Por eso y porque las
cárceles ya estaban llenas (de drogatas y robagallinas), los de la casta
adujeron que no podían meter allí a
todos los chorizos de guante blanco. Que ya estaba bien ¡había que decir basta!.
Que ya estábamos en otro ciclo. Que eran cosas del pasado. Que “había que pasar
página” (como la otra, la de la memoria histórica).
Esperanza lo hizo
realmente bien: consiguió sumar y aunar a toda la fratría black tar-jetas y formar
gobierno, con un punto reivindicativo indiscutible y principal: la libertad. La lucha
por la Libertad y la
Amnistía. Sí , con un par, de ovarios, claro. Y,
democráticamente, por limpia mayoría absoluta, el Parlamento de España (lo que
quedaba de ella) aprobó la Ley de libertad y Amnistía para todos los delitos
económicos cometidos en el último cuarto de siglo y que, por supuesto,
excedieran del robo de dos gallinas o su equivalente. Faltaría más. Para los
pobres-ladronzuelos-pobres aún quedaba sitio. Tampoco iba a ser a todos por igual.
La AMNISTÍA fue un éxito. Miles de corruptos, corruptados y
corruptores económicos salieron de la cárcel o de los colapsados tribunales,
con la única condición de que reinvirtieran todo lo robado en lo que quedaba de
España. Miles de simples imputados, con citas judiciales que ya se daban para
las tres décadas próximas, quedaron amnistiados. La Justica respiró tranquila y
satisfecha.
Iñigo Errejon portavoz de Podemosrtavoz
Iñigo Errejon portavoz de Podemosrtavoz
Epílogo
Pero la Historia no termina aquí. La Historia nunca termina
(que pesada es la pobre). En las elecciones próximas, las de 2025, ya Aguirre
no se presentará. Con sus añitos bien cumplidos la cosa no da para más. La que
fue Marquesa Antisistema ya ha hecho bastantes sacrificios por casi-España y no
quiere reinventarse más. La casi octogenaria
había gobernado el país durante más de una década, con mano de hierro,
para eso era Aguirre la cólera de dios, admiradora de la otra dama de hierro (Thatcher).
Y ¿quiénes se presentarán en estas próximas elecciones? Pues
principalmente dos personas muy, muy inteligentes encabezarán las principales
opciones. Curiosamente ambos se hicieron famosos en 2014. En las elecciones de
2025 los cabezas de lista de conservadores y progre-sistas serán...
Uno había sido conocido antiguamente como el “Pequeño Nicolás”
(curiosamente, qué paradoja, se aclaró
todo cuando se decretó el secreto del sumario, realmente trabajaba para el CNI),
cabeza de lista de los Pepes, coalición de todo el centro-centro derecha,
incluido pepes y upeydes.
Y, dos, se enfrentaba a Iñigo Errejón (conocido por su alias,
“el niño de Pablemos”), en unas elecciones que iban a ser decisivas. Pablo
Iglesias, el bisabuelo y el bisnieto, le apoyaban, más o menos, cada uno desde
su sitio. Pablo, faro y guía, linterna y antorcha, GPS de la izquierda mundial, estaba cansado de este pequeño país y ya
quería pasar a un segundo plano nacional, 1º mundial, apoyando a su delfín. Se
inauguraba un nuevo ciclo. Había que superar el PepeNoNo. Apostaba por Rejón,
estaba seguro que ganaría las elecciones, si no éstas las siguientes y si no
las siguientes, o las siguientes. Con su inteligencia y esa carita de ángel...
podía intentarlo y presentarse por lo menos hasta el 2055 sin problemas. Y si
no tiempo al tiempo.
Las cosas, por fin, iban a cambiar (solo hay que tener un
poco de paciencia).
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