De jueces prevaricadores a supremos
delincuentes presuntos
En los últimos meses la Justicia
española ha causado indignación y bochorno a media España y es el
hazmerreír en toda Europa, a partes iguales. Recordemos algunos
motivos:
- La sentencia sobre la manada y, especialmente, que después de una condena a nueve años de prisión los violadores sigan en libertad a la espera de resolver los recursos. El poder judicial calla.
- Mientras, el Tribunal Supremo mantiene en prisión provisional indefinidamente a los acusados por el proces catalán, rechazando todos los recursos interpuestos. Se puede admitir que haya un juez en constante prevaricación presunta, Pablo Llarena -valga la redundancia, pero no es él solito el que practica la más rancia política ultra españolista, es que son sus compañeros del Supremo los que le respaldan una y otra vez.
Hasta tal punto la
situación es ridícula que por la acción de Llarena y sus apoyos el
señor Puigdemon puede moverse con total libertad por cualquier país
del mundo menos por España, donde, si viniera, sería detenido y
encarcelado.
Extraditar por el
delito de rebelión en el caso catalán ha sido rechazado por los
jueces de Alemania, Suiza, Reino Unido, Bélgica… es decir por el
sistema judicial de todos y cada uno de los países donde se ha
planteado… menos en uno: España.
Y Llarena también
se permite el lujo de alterar las mayorías parlamentarias a su
antojo y en varias ocasiones, diciendo quién puede votar y quién
no. Y, a más, no dejando participar en las votaciones del Parlament
a Junqueras y otros, ni por video conferencia. Lo que no se aplicó
ni a diputados etarras se aplica a pacíficos políticos catalanes.
Algún otro
político ha protestado, como Alberto Garzón que “ha criticado hoy
que el Gobierno haya asumido la defensa del juez Pablo
Llarena ante la querella que le han planteado en
Bélgica ‘por bocazas’, tras hacer declaraciones públicas
sobre la causa contra el ‘procés’ de la que es instructor”...
Llarena ha mostrado su “incapacidad de no verse como un cruzado
frente a la independencia” y mantenerse “neutral”
3. Por si esto fuera poco, se hicieron
públicas las conversaciones por WhatsApp de varios altos y supremos
jueces, en que insultaban a los independentistas llamándoles de todo
y ya se les prejuiciaba penitencialmente. Y aquí no pasa nada y el
Consejo del Poder Judicial sigue calladito.
4. En otros temas: la justica europea
le ha dado la razón a Otegui y otros ex Batasuna: “no tuvieron un
juicio justo” han sentenciado. Como ya han cumplido la prisión que
les impusieron en su momento, aparentemente no pasa nada.
5. El Tribunal Europeo de Derechos
Humanos y otras instancias europeas han rectificado a la justicia
española, y a los legisladores, en los abusos de los bancos con las
hipotecas. Por si esto era poco, llega el tema, mínimo, de quién
paga el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados… y el Supremo,
después de sentencias contradictorias, se corrige a sí mismo y dice
“si bwana” a los bancos. Aquí estamos para lo que ustedes
manden, podían haber añadido. En este caso el escándalo ha
sido tan mayúsculo que casi ha habido unanimidad en el arco
parlamentario.
Y una parte de la sociedad dice: al
fin y al cabo si el impuesto lo pagan los bancos lo van a
repercutir en una subida de las hipotecas… Es decir, se interioriza
lo que dice el sistema bancario: aquí de hecho mandamos nosotros y
si pagamos más por un lado lo cobraremos por otro (las que entran
por las que salen…).
Los grandes bancos han publicado
recientemente sus cuentas trimestrales y de lo que va de año:
Santander, BBVA, etc. declaran beneficios netos de miles de millones
de euros cada uno. Parece entonces que hay una ley suprema, por
encima de todas: los bancos siempre tienen que ganar, miles de
millones de euros mensuales para repartir entre sus acaudalados
accionistas
Si llega una crisis la pagamos todos.
Si hay que “rescatarles”, es decir darles dinero por su mala
gestión, lo paga el Estado. Si tienen beneficios astronómicos: to
pa ellos. Si hay que pagar un impuesto imprevisto: huy
pobrecitos, ¡cómo lo van a pagar!, será mejor que lo sigan pagando
los que se quieren comprar un piso…
¿En qué artículo de la Constitución
se dice que la banca siempre gana? Dado que vivimos en un capitalismo
de casino a lo mejor se debe incluir para aclarar las cosas…
Y el Poder Judicial sigue callando ¿No
sería mejor disolverlo, empezando por el Supremo, y que la Unión
Europea y sus tribunales se hicieran cargo? Hemos descubierto algo
concreto para lo que sirve la UE: para rectificar algunos
desaguisados judiciales españoles.
De todo el sistema judicial español,
contra más hacia arriba miramos peor. Entre los jueces hay de todo,
de izquierdas y de derechas, honrados y lo contrario. Entre los
jueces “de base” los hay que han parado números desahucios y
otros los han facilitado, por poner un ejemplo.
Si miramos la Audiencia Nacional el
problema se agudiza. Y si llegamos al hiperpolitizado Supremo,
continuador del poder franquista y de un fosilizado bipartidismo,
mucho peor. Un presidente de sala que cobraba buenos emolumentos por
dar clases en cursos organizados por la banca resulta que es el que
dijo que había que revisar la sentencia sobre los impuestos a pagar
por los bancos… y ha conseguido cambiar las sentencias anteriores
“por sus repercusiones económicas”. No dijo para quien porque ya
se sabe: repercusiones a los que me han bien pagado durante años, no
les voy a perjudicar ahora. Esto ¿tampoco es prevaricación, tráfico
de influencias, cohecho, etc.?
Y en el mundo ¿qué está pasando?
Durante el siglo XX Estados Unidos ha
utilizado a los militares latinoamericanos para organizar sus golpes
de Estado, repetidamente. Adiestramiento en las academias
norteamericanas de futuros golpistas y torturadores en todo el sur
(Chile, Argentina, Uruguay, Brasil…)
En el siglo XXI las estrategias son
diferentes. Ya no son cruentos golpes de Estado con miles de
asesinatos y desparecidos. Ahora, sin dejar cerrada las vías
anteriores, se utiliza y compra a los jueces, como antes a los
militares. Hemos pasado del poder militar golpista al del poder
judicial para lo mismo.
En Egipto sí se dio un Golpe de Estado
militar y de inmediato se reconoció al nuevo gobierno por los países
occidentales, porque “no es islamista” y está en contra del
“terrorismo”. El poder judicial corrió a ratificar el
encarcelamiento de miles de opositores.
En Turquía, potencia de la democrática
OTAN, se encarcela a decenas de periodistas y a miles de funcionarios
se les despide o encarcela. Todo con el beneplácito de los jueces.
El caso de Brasil es paradigmático, el
más llamativo. Al expresidente Lula, el que declaró la guerra
contra el hambre y la pobreza, se le encarcela e inhabilita. Al juez
que lo consiguió, el nuevo presidente brasileño acaba de nombrarle
ministro de justicia. Marcando tendencia.
En todos los casos se asegura que todo
es pulcramente legal y en nombre de la democracia.
En Cataluña, por desobedecer una ley,
se encarcela sine díe. Y se dice, por toda la derecha y
ultracentros, que los independentistas dieron un golpe de Estado…
¿qué golpe? Votar incumpliendo una ley es un golpe de Estado o
simplemente debería haber sido objeto de suspensión sin más
consecuencias.
En España ¿en qué situación
estamos? ¿En la de país mínimamente democrático, a la europea, o
en la de república bananera…? ¿Vamos hacia la UE o hacia Brasil?
Desde luego la responsabilidad de haber
llegado a esta situación es de todos, empezando por el poder
legislativo bipartidista y el poder ejecutivo. Y siguiendo por todas
las organizaciones políticas y sociales. Y un pueblo acostumbrado a
obedecer… casi siempre y hasta que se harta.
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