La
primera víctima cuando llega la guerra es la verdad (H. Johnson, 1917)
Y ahí están los bulos, la muerte de la veracidad.
El idioma y las lógicas de la guerra han sido muy criticados
por su utilización durante la pandemia. Claramente tienen su lado negativo (disciplina
militar, facilidad para la represión desde los gobiernos, miedo…), pero también
pueden tener aspectos positivos o, al menos, necesarios para entender el
presente. Con facilidad se hace inevitable el símil ante una nueva situación
catastrófica, nunca vivida anteriormente por la inmensa mayoría de la población
presente, española y mundial.
Hay veces que no decirle toda
la verdad a la opinión pública puede evitar de manera eficaz una oleada de
pánico que podría dar lugar a más víctimas, en otras es la mecha que prende la
desconfianza y más teorías de la conspiración (Slavoj Zizek)
Vamos a tratar primero la comunicación, con los bulos de por
medio, después veremos lo que más ha cambiado con la pandemia y lo qué evidentemente
va a cambiar – una prospectiva necesariamente algo pesimista.
Los bulos han producido solo una muerte parcial de la verdad
porque se han dado respuestas rápidas. Los equipos de acción inmediata, a modo
de nuevos GEO de la comunicación, han actuado eficazmente en la mayoría de los
casos. Desde la prensa más seria ya se habían creado departamentos o apartados antibulos,
y luego han estado los departamentos de seguridad institucional y las webs creadas
al efecto (p.ej. https://maldita.es/) que venían
preparándonos para las mentiras difundidas masivamente.
Especialmente desde hace unos años, después
de que se comprobase su influencia en los triunfos de la ultraderecha en varios
países y en el Brexit. Desde luego estos medios estaban más preparados que
otras instituciones frente a la pandemia.
Todos los bulos son perjudiciales, pero no todos son lo mismo.
Podemos distinguir al menos cuatro tipos y a la hora de desmentirlos se debería
de tener en cuenta su grado de toxicidad. No es lo mismo difundir que la
vitamina C es buena como prevención que decir que sirve para curarse, ni es lo
mismo que directamente inventarse mentiras o calumnias con un fin político
concreto. Según el orden, más o menos, en el que han ido apareciendo y por orden
creciente de toxicidad, podríamos distinguir:
Primero los remedios caseros para curarse o no infectarse.
Mezclan aspectos verificados con métodos sanadores tradicionales o que pueden
servir para otras situaciones. Crean confusión, pero no son especialmente dañinos,
salvo que haya personas que realmente se crean que por tomar infusiones o
vitamina C se hacen inmunes. La parte que alude a remedios tradicionales de toda
la vida, de los abuelos, incluye saberes positivos para la salud y acciones
naturales no agresivas, que simplemente hay que filtrar, como las propias
infusiones que recomiendan.
En segundo lugar, tenemos las teorías que han predicado que
la causa de la pandemia ha sido una respuesta del planeta, a la contaminación,
el cambio climático, etc. Que somos muchos humanos consumiendo desaforadamente,
demasiados, y el planeta se defiende. Por ejemplo, cuando David Quammen dice “Somos
más abundantes que cualquier otro gran animal. En algún momento habrá una corrección”.
La hipótesis de Gaia plantea que el planeta Tierra es, en su
conjunto, un ser vivo y como tal se comporta. Sus seguidores vienen a decirnos
que el Covid19 ha sido una respuesta, como otras epidemias anteriores, a los excesos
de la humanidad y a los ataques que infringe a la naturaleza (incluso alguien dijo
lo mismo sobre la aparición del VIH). La hipótesis
Gaia propone que la Tierra
en su totalidad, incluyendo los seres vivos, la materia y la atmósfera, funciona
como un superorganismo que se automodifica activamente para asegurar su
supervivencia. Es una hipótesis tan bella como indemostrable. Tan fascinante y
espiritual como falta de comprobación científica.
Lo que sí está demostrado es que dos factores relacionados
han favorecido la aparición y propagación de nuevos virus: la hiper explotación
de la naturaleza ha provocado una pérdida grave de la biodiversidad del
Planeta, unida al abuso en el consumo de energía fósil (petróleo, carbón…) que ha
provocado el cambio climático y la desestabilización planetaria, de su capacidad
de regeneración (la huella ecológica). Además, la contaminación atmosférica consiguiente,
según diversos estudios, influye en la facilidad de propagación de los virus,
ya que viajan con más facilidad cuando aumentan las partículas en suspensión. Aspecto
sobre el que hay que esperar nuevas verificaciones.
Esto se suma a otro factor facilitador: la creciente
globalización, interconexión sin precedentes con relaciones sociales
planetarias constantes. Seguramente es cierta la hipótesis de que en los Juegos
Mundiales Militares de Wuhan (10.000 deportistas militares de todo el mundo, en
octubre 2019), el coronavirus estaba ya presente y empezó su propagación
internacional.
Es decir, la conclusión con lo que hoy sabemos, es que el
cambio climático, la disminución de la biodiversidad planetaria y la hiper globalización
no son causas del origen de la pandemia, pero sí han sido factores imprescindibles
acompañantes de su propagación.
En tercer lugar, entrando ya propiamente en los bulos reales,
perjudiciales, tenemos las teorías de la conspiración. Han aparecido una serie
de teorías sobre el origen artificial del coronavirus, creado en un laboratorio,
desde el que se lanzó al mundo, bien intencionadamente o por accidente. También,
hoy por hoy, son indemostrables, aportan cero información, pero su intencionalidad
política sí es real: el origen es chino o, al contrario, origen norteamericano.
No nos llevan a ninguna parte. Pero siguen siendo alimentadas por elementos
ultranacionalistas desde diversos países.
La cuarta oleada de bulos ha sido ya la de las ultraderechas,
claramente, sin dudar: miente que algo queda. Empezaron pronto y han ido a más.
Sus objetivos son múltiples, ya que disparan en todas direcciones: meter miedo es
el más claro, crear la inestabilidad necesaria para el caldo de cultivo de cualquier
golpe autoritario. En todo el mundo se están dando.
En el caso español, la ultraderecha sabe que solo alcanzará
el poder si una parte sustancial de la población siente suficiente miedo y
hartura con la situación, social, económica y política, como para reclamar soluciones
autoritarias y/o votarlas. Siempre lo han hecho así. Por eso no es de extrañar
que, por un lado, acusen al Gobierno de asesinato (que aplica la eutanasia, un geriatricidio
han llegado a decir) y que, aunque al principio fueran partidarios de medidas
drásticas contra la pandemia, luego han pasado a posicionarse a favor de la libertad
total, sin restricciones sanitarias ni de movimientos (como Trump o Bolsonaro).
La mentira constante sobre la acción del Gobierno y sobre
los partidos que están en él o lo apoyan es permanente, es una fábrica de simple
propaganda, con mentiras absurdas pero que, a fuerza de repetirse y
reinventarse constantemente, calan en parte de su electorado y este sirve de
retransmisor hacia la mayoría de la población. Lo más lamentable es que
miembros del Partido Popular y parte de la prensa nacional y regional les apoya
directamente, al hacerse eco de estas mentiras y también las retransmiten y
multiplican.
Son numerosas noticias falsas mezcladas con mediaverdades
y profecías que se autoconfirman. Primero se inventan noticias, que hay
ministros que tienen una ambulancia o UVI portátil paralizada en la puerta de
su casa, instalaciones especiales, etc. Y luego están las del tipo de convocar
a manifestarse en coche por el Paseo de la Castellana madrileño exhibiendo
banderas españolas: provocan que la policía intervenga y pare a algunos
vehículos para recordarles que está prohibido realizar manifestaciones no autorizadas
-más bajo el estado de alarma- y así pueden lanzar por las redes su mensaje: la Policía Nacional
está parando e identificando a los buenos españoles que portan la bandera
nacional. No es un bulo: es real (de primeros de mayo, curiosamente en una web sobre
bulos aparecía como que la convocatoria a manifestarse se había lanzado desde una
web norteamericana).
Lo que hemos visto con la pandemia, las certezas. No son
casualidades
Empezamos el año recordando que a los alegres años veinte
les sucedió la peor crisis de la historia (1929). No sabíamos que la crisis se
había adelantado y ya la teníamos encima.
Después de su aparición en China, la pandemia ha sido
especialmente virulenta, en una segunda fase, en el sur europeo, se ha cebado
en Italia, España y Francia. Han sido los países más afectados de la UE y del mundo durante marzo-abril.
Pero, como pronosticábamos, EEUU ha pasado a ser la nación más afectada del
mundo y Gran Bretaña le sigue de cerca, junto a Brasil. Los tres con gobiernos
ultraliberales-populistas. Como no creemos que los fenómenos sociales ocurran
“por casualidad”, habrá que buscar explicaciones tanto a lo primero como a lo
segundo. Algunos factores los iremos comentando a continuación, pero necesitan
más estudios y contrastes, con el tiempo necesario.
1. Lo que parece probado es que a los países del sur europeo
la pandemia les pilló “por sorpresa”, sin estar preparados. Mientras que en
febrero Alemania y otros países del centro y norte europeo hacían acopio de material
y aconsejaban medidas de confinamiento, viendo lo que podía venir, los sistemas
sanitarios de los países latinos no estaban preparados y la velocidad de
propagación causó el desastre. Volveremos sobre este tema y otros factores.
2. Por su parte, los países con gobiernos ultraliberales o
simplemente de ultraderecha no querían parar la economía y confiaban en la
desactivación natural de la pandemia después de un periodo breve de extensión. Hasta
que se dieron cuenta de que debían de hacer un poco de caso a las autoridades
sanitarias. Estos gobiernos, anglosajones principalmente, coinciden en la
política del sálvese quien pueda, que llevan a que EEUU sea el país más
afectado del mundo, en fallecimientos y también en sus consecuencias
socioeconómicas, su economía decrece, el paro y la pobreza aumentan a niveles cercanos
a los de hace un siglo (crack del 29) y la onda expansiva de su crisis económica
se nota en todo el mundo y en la Unión Europea más. Las largas colas de gente,
dispuesta a aguantar varias horas esperando para poder recoger un simple lote
de comida de los bancos de alimentos y despensas solidarias, se están viendo
sobre todo en América y en España.
3. Los países con presidenta (o lideresa) han actuado mejor.
Las cifras cantan: de 193 países apenas 10 están dirigidos por mujeres (5%),
pero lo sorprendente es que entre estos estén siete de los reconocidos como que
mejor han actuado frente a la pandemia, tampoco puede ser casualidad: las dirigentes
de Alemania, Nueva Zelanda, Taiwán, Islandia, Finlandia, Noruega y Dinamarca
fueron de las primeras presidencias que hablaron claro a su población y tomaron
rápidamente medidas sanitarias y de confinamiento, duras y eficientes.
También conviene señalar que la mayoría de las siete citadas
dirigen partidos socialdemócratas o progresistas (centro izquierda) en países con
tradicionales políticas de igualdad y que, por ejemplo Merkel ha practicado
políticas en su país que aquí serían tachadas de izquierdistas por el PP.
4. Los recortes matan, las privatizaciones también.
La conocida como Ley de la Dependencia (2006)
supuso un avance en los servicios sociales y en la asistencia para las personas
mayores y dependientes, pero también propició que la mayoría de las nuevas
residencias para la población mayor fueran creadas por empresas privadas,
concertadas con ayudas públicas. Consorcios empresariales que han encontrado un
negocio floreciente en España en las dos últimas décadas. Buscan el beneficio
rápido, y los controles debidos y obligados a ejercer por las administraciones
públicas han fallado estrepitosamente. Las denuncias de falta de control, durante
muchos años, se han visto superadas por la triste realidad. Los casos de
abusos, malos tratos o simples negligencias por falta de personal saltaban periódicamente
a los medios por alguna denuncia o caso escandaloso. Ahora la investigación de
las miles de muertes está en las fiscalías y en los juzgados. Tenemos investigación
para varios años.
La mayoría de las residencias son privadas concertadas. No es
ajeno este sistema al cálculo de que la mitad de las muertes en residencias de
toda España haya sido en la
Comunidad de Madrid, casi siete mil fallecimientos en residencias
madrileñas. Evidencia el descontrol del negocio de las residencias privadas por
parte del PP gobernante.
Desde hace más de tres décadas la sanidad y las residencias
de mayores son competencia de las Comunidades Autónomas. No hace falta
repetirlo a cada paso o recordarlo a modo de disculpa cada vez que critiquemos,
como veremos, al Gobierno estatal o a las izquierdas.
5. Las manifestaciones “espontáneas” de la ultraderecha van
a ir a más, especialmente mientras se mantenga el Estado de Alarma, luego
vendrán las convocatorias oficiales de PP-VOX exigiendo la dimisión del Gobierno
y nuevas elecciones. El objetivo es derrotar al Gobierno, como sea y al precio
que sea. De momento un poco patéticas las del pijo barrio Salamanca madrileño.
La estética lo dice todo: envueltos en la bandera rojigualda, algunos brazo
fascista en alto, y un señor tan maduro como elegante con su palo de golf
golpeando una señal de tráfico, a modo de nuevo cojo manteca, pero no es el casiestudiante
que con su muleta rompía farolas en los 80, ahora es el hiperpijo revindicando
la libertad ¡que abran ya los campos de golf!, seguramente junto con su chacha que
atusa más que golpea la cacerola Le Creuset.
Por otra parte, la izquierda española tiene la tendencia secular de quedarse
con la minoría. Triunfó con los aplausos, directamente ligados a la defensa
de la sanidad y de los servicios públicos, mayoritarios, con gran prestigio.
Pero no se sabe terminarlos y pasar a otra fase, cambiar la movilización. Apareció
una propuesta cabal: terminarlos el domingo 17 de mayo con un gran aplauso
final. Se razonaba que hay que pasar a otras formas de movilización, no era una
propuesta para la desmovilización, pero así fue tomada por asociaciones de
defensa de la sanidad pública, denostando y descalificando la propuesta. Así,
probablemente, los aplausos irán a menos, poco a poco, hasta que desaparezcan.
Pero algunos se quedarán con el espíritu puro y tranquilizador de haber sido
los últimos de su calle en dejar de aplaudir.
¿Solidaridad europea? La solidaridad bien entendida empieza
por uno mismo.
Reivindicamos la solidaridad europea y denunciamos el egoísmo
de Holanda y Alemania en la
Unión Europea. Sí es necesario recordar, por ejemplo, que la UE ha permitido los paraísos fiscales
dentro de la propia Unión desde siempre. Y permite que los Países Bajos y Luxemburgo
funcionen en la práctica como un paraíso fiscal a efectos de la Hacienda europea. Por eso
es denunciable la política insolidaria holandesa. Y está justificado recordar
el que, mientras no exista una fiscalidad mínimamente homogénea, una moneda
única y un Banco Central Europeo autónomo es una barbaridad económica que
perjudica a los países débiles: se quedaron automáticamente sin política monetaria
propia. Como tantas veces denunció Julio Anguita, la construcción europea desde
Maastricht beneficia a las grandes corporaciones empresariales y a los países más
fuertes.
Pero ahora no nos podemos quedar solo en la solicitud de dinero
y de solidaridades a la UE ,
cuando, por ejemplo en sanidad, una ratio aceptable es, por cada 1.000
habitantes: 12 personal de enfermería, 8 camas hospitalarias. Actualmente: Alemania:
enfermería(e) 13,3, camas (c) 8,3. España e5,3, c3. Madrid e3,3, c2,7. Grecia, 4,2
camas por 1000 h.; Bélgica 5,6; Francia seis. ¿Quiénes son los
responsables de este desastre?
El PP gobernante en la Comunidad de Madrid realizó, en menos de una década,
el milagro de inaugurar ocho nuevos hospitales y a la vez disminuir en más de 800
las camas hospitalarias. Más gasto privatizado y menos personal de enfermería. Ya
decíamos que los recortes matan. ¿Y la corrupción? Tenemos el partido más corrupto
de Europa que ha gobernado España durante muchos años y sigue gobernando en
Madrid y buena parte de las Comunidades Autónomas. De todo esto ¿es Alemania la
responsable? Cuando reivindicamos la “solidaridad europea” hay que recordar estas
cifras. La UE es responsable
de muchos perjuicios económicos y unas políticas que protegen a los más ricos y
a las grandes corporaciones, especialmente a nivel fiscal, pero no les podemos
hacer responsables de que los gobiernos autonómicos y central español hayan
dedicado menos presupuesto que casi ningún país europeo a los servicios
públicos básicos del Estado de Bienestar (como p.ej. viene denunciando Vicenç
Navarro con múltiples datos desde hace décadas). Tanto en términos absolutos
como relativos al PIB. Y que hayamos estado gobernados por bandas y redes
corruptas, tampoco es responsable Alemania y la UE.
Cuando el gobierno alemán dirigido por Merkel decidió
permitir la acogida de más de un millón de refugiados, que huían del conflicto sirio
y de las guerras impuestas en la zona ¿lo hizo por solidaridad o también porque
están seguros de que Alemania necesitará mano de obra joven en los próximos
años? Pero si gobernara la ultraderecha en Alemania no lo hubieran hecho en
ningún caso, porque anteponen sus intereses ideológico-racistas al bienestar de
la mayoría. Ahora bien, pongo en duda que el gobierno de Merkel en este tema se
haya guiado por la solidaridad o por virtudes de justicia social, ni este gobierno
ni ninguno: su primer objetivo es la defensa de sus intereses propios nacionales.
Después vendrá el resto.
La desescalada. También hay aspectos chocantes. Italia y
España son los únicos países en que se ha permitido la apertura de las terrazas
de los bares antes que los centros educativos. Es para pensárselo. Nos debería obligar
a una reflexión sobre cuáles son nuestras prioridades, sociales y económicas.
La nueva situación exige un evidente aumento del gasto en sanidad, indiscutible,
pero también en educación y otros sectores. Decir, como hizo la ministra de Educación,
que en septiembre deberían de empezar las clases de colegios e institutos con
la mitad del alumnado presencial en las aulas y la otra mitad a distancia queda
muy bien, pero decir esto sin acompañar la frase de una explicación presupuestaria
es decir nada: supondría que o se van a multiplicar por dos los presupuestos en
Educación de todas las CC.AA. o que se va a solicitar al profesorado que trabaje
el doble gratis. Después ha matizado que cada Comunidad decidirá cómo…
Cuadro semiótico con discursos sobre la pandemia y el
confinamiento (autora: socióloga anónima).
(artículo ampliado del publicado hoy en https://blogs.publico.es/ dominiopublico/33029/desde-la- alarma-a-la-construccion-de- la-nueva-normalidad/
(artículo ampliado del publicado hoy en https://blogs.publico.es/
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