3 de junio de 2015

Después de votar: procesos de unidad, cambio social y asambleas ciudadanas


Resultados electorales

Alberto Garzón:  ....en pocos sitios, muy pocos, se concluyó con candidaturas que aglutinaban a la totalidad de los sujetos políticos contestatarios del territorio en cuestión. En definitiva, los procesos no han sido nada fáciles y han estado cruzados por ingentes obstáculos de distinta naturaleza (jurídicos, materiales, metodológicos… pero casi nunca, por cierto, político-programáticos).
Tras los resultados y con este complejo puzle es fácil que cada cuál encuentre un hábil argumento con el que justificar una prejuiciosa posición sobre la unidad popular o sobre el tipo de unidad popular necesaria. Y eso ocurre incluso aunque se trabaje con votos y, por lo tanto, con números que conceden a nuestras ideas la siempre elegante apariencia de rigurosidad. Pero los economistas bien sabemos que los datos pueden siempre torturarse hasta que confiesen lo que nos apetece. http://blogs.publico.es/economia-para-pobres/2015/06/01/la-unidad-popular-es-el-unico-camino/

Nos quejábamos de las mayorías absolutas y ahora los medios de comunicación-desinformación nos amenazan con la “inestabilidad” permanente, con la política del miedo al desgobierno, con la necesidad de reformar la ley electoral para hacerla más presidencialista y menos proporcional. Como si tener que pactar y consensuar fuera algo negativo, cuando en realidad la mayoría de la población de lo que está es harta de aguantar mayorías absolutas, y numerosos gobiernos locales y regionales han funcionado perfectamente en coaliciones de gobierno. Pero la realidad se ve en los grandes medios de comunicación desde la óptica capitalina madrileña conservadora, en donde lo absoluto siempre ha dado más tranquilidad, más seguridad, especialmente para los conservadores del poder.

Teniendo en cuenta lo que dice Garzón y, sin querer retorcer los datos, nos aventuramos a sugerir algo que los resultados electorales nos muestran:

1. Las votaciones han sido especialmente positivas para la izquierda en los sitios donde  han presentado candidaturas unitarias, sin siglas partidarias (Madrid,...) o con ellas pero solo en segundo plano (Barcelona, Zaragoza, mareas atlánticas, etc.). El cambio en la mayoría de las grandes ciudades españolas es imparable e histórico. Muestra, como siempre ha sido en la historia, un cambio de tendencia, un camino y una estrategia a seguir. 

2. La gente no perdona las peleas internas cuando estas se hacen públicas y permanentes. Para Izquierda Unida en Madrid, Extremadura, Jaén, etc. los resultados han sido desastrosos ¿Cómo podrían gobernar si no son capaces de gobernarse a sí mismos? Se habrán planteado los votantes.

3. En el caso de la Comunidad de Madrid el desastre ha sido tal que también hemos visto que las estrellas ya no valen: los Sabina, Miguel Ríos, Almodóvar, jueces-estrella como Baltasar Garzón, etc. todos apoyando a Garcia Montero y el resultado desastroso. Los líderes y famosos de los años 80 y 90 a lo peor es que ya no dan votos.

Después de la hora de la verdad (votar) llega la segunda hora de la verdad: pactar o no pactar.

Sería bueno aprender de los resultados electorales y que el interés por la unidad se manifestara ya, mediante acuerdos en la votación para Alcalde/esa. En los cientos de municipios donde los concejales que están por el cambio están en diferentes grupos municipales, se acordara votar a la misma persona, acordaran votar como alcalde a la candidatura que haya tenido más votos dentro de esas opciones. Es decir que si hay concejales de candidaturas diferentes, auspiciadas por IU, Equo, Podemos, Ganemos, etc. se pongan de acuerdo para votar a la candidatura de estas opciones más votada, e inmediatamente invitar al PSOE a que se sume a esta opción. Esto, en todos los casos, mostraría: 1º que se está en contra del PP, del partido de la corrupción, como aspecto más básico y 2º que se está por la unidad y por el cambio de ciclo político. Mediante pactos escritos firmados o sin ellos: con un simple acuerdo público puede ser suficiente. Mostrar a la ciudadanía que se está de verdad por el cambio y la unidad progresista, por encima de personalismos y protagonismos partidarios.

Cada partido hace sus cábalas en el análisis de sus resultados y casi nadie admite que han sido un rotundo fracaso, salvo UPyD que no le queda más remedio. IU dice que ha obtenido mejores resultados municipales que en 2011 porque tiene más concejales. Pero, con todos los respetos, no es lo mismo un concejal en Bollullos del Condado que en Madrid, Valencia o Cáceres. No es una cuestión urbanita, es que si desapareces de las ciudades desapareces del mapa y es que no es lo mismo un concejal al que han votado un centenar de personas que uno que ha necesitado decenas miles de votos para obtener el Acta, simplemente no representan lo mismo. Y, por otra parte, Podemos solo no puede. Sabe que no pueden ser ellos solos los que dirijan el cambio social.

Así las cosas o se crea la unidad o el declive está asegurado. Se puede ser organización político-social, tener un espacio ideológico, como tienen Equo o el PCE, y, simplemente, no tener espacio electoral. No es lo mismo y más con las reglas electorales actuales que siempre castigan a las minorías. Cientos de miles de votos se han ido a la papelera. Miles de personas han votado a Luis Garcia Montero (IU-CM) y el mínimo del 5% provoca que o sacas 6 diputados o cero. Muchas de esas personas no van a votar en las generales a opciones que están en el borde de ese listón, en el filo de la navaja. En la inmensa mayoría de las provincias españolas se van a decantar por el voto útil en las próximas elecciones generales. La legislación electoral se tenía que haber cambiado cuando hubo gobiernos en minoría (estatales o autonómicos) y no se hizo. PP-PSOE-CiU,... no lo han hecho antes, menos lo van a hacer ahora que ven peligrar sus mayorías. Toca unirse y sumar para las candidaturas.

La necesidad de creación de ASAMBLEAS CIUDADANAS
La unión no significa desaparición. Y la unidad hay que construirla desde abajo. Si es por arriba, con un simple acuerdo de las cúpulas, puede ser efímero e inestable, aunque también sea necesario caminar en esa dirección por la excepcionalidad del momento y la proximidad de las elecciones. La opción más plausible y necesaria, además de rápida, es la creación de Asambleas Ciudadanas unitarias en cada localidad. Activadas por todas las personas que han participado o simpatizan con las opciones progresistas y por el cambio. La primera misión de estas Asambleas sería apoyar y controlar a los nuevos grupos municipales, desde la asamblea abierta a toda la ciudadanía, con transparencia y respetando la diversidad, las diferencias de cada partido y posición ideológica. Que se deben respetar pero que deben quedar fuera de la Asamblea (como se hizo en el 15M). La unidad en lo concreto: qué queremos para nuestro pueblo/barrio/distrito siempre será más fácil, posible y útil que una supuesta unidad ideológica.


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