Movimientos Sociales

Entradas publicadas sobre el Movimiento 15M (se pueden comentar también en la página principal del Blog)


Por un programa de mínimos ¿o de máximos? en el 15M

Uno de los aciertos del movimiento social 15M que facilitó su éxito inicial fue resumir en 3 o 4 reivindicaciones sus propuestas, ideas-fuerza simples y breves. Igual ocurrió con otros movimientos anteriores. Hace diez años fue el “No a la guerra” (febrero y marzo 2003) que impulsó con una sola frase las mayores movilizaciones sociales de la historia, con millones de personas en la calle. Para avanzar en una movilización hay que dar machaconamente, “golpear en el  mismo clavo”, repetidamente, para que la idea penetre en la sociedad. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y su no a los desahucios nos lo acaban de mostrar. Las palabras vivienda-desahucios-dación en pago se asocian inevitablemente a la PAH y han conseguido que la mayoría social les apoye.
En el caso de movimientos sociales y políticos amplios, que quieren construir una sociedad diferente, esto es más complejo. No basta decir no a algo, “no a la crisis”, o “la banca y los políticos son los culpables”, por muy acertados que sean estos slogans son insuficientes. Porque no se está solo en el NO, en la denuncia contra lo que hay o lo que se quiere imponer. El 15M lo tuvo difícil desde el principio porque quiere, nada menos, que construir una sociedad diferente. A diferencia también, por ejemplo, de las mareas ciudadanas (blanca, verde,…) que defienden básicamente el conservar los derechos adquiridos en el Estado de Bienestar y luchan para que no se desmantelen los servicios públicos de sanidad, educación, etc. Son sobre todo movimientos de resistencia y monotemáticos. Pero el 15M se construye como movimiento político-social apartidista pero global. En mayo de 2011 se acertó en sumar a la crítica contra  la crisis tres ideas unitarias y movilizadoras: no a la corrupción, listas abiertas en las elecciones, separación de poderes. En palabras de uno de los manifiestos convocantes de Mayo’11: “1- Reforma de la Ley Electoral para que todos los votos de todos los ciudadanos de España, vivan donde vivan, cuenten igual en el reparto de escaños. 2- Verdadera separación de poderes: independencia total de la Justicia del poder político… 3- Regeneración política: listas abiertas, supresión de la financiación pública de los partidos políticos, inhabilitación perpetua para cargos públicos condenados por corrupción…”. En las acampadas iniciales en las plazas también se habla de “cuatro puntos básicos” iniciales, que eran los tres anteriores más la “democracia participativa” como acertada ampliación del tercero. A partir de ahí se construyeron programas con bastantes más propuestas concretas, útiles para profundizar en lo que se quería (banca pública, vivienda, etc.) pero que también fueron contribuyendo a ir diluyendo la imagen del movimiento en un crisol de propuestas, programas y reivindicaciones de otros movimientos sociales.
Ahora toca, no una vuelta nostálgica a los 4 puntos básicos, sino una revisión y actualización de esos puntos. Pasados dos años y medio y precisamente cuando se acercan convocatorias electorales pero que todavía hay bastante tiempo para una discusión sosegada. Que lleve al 15M a una identificación, que cuando se oiga “15M” la gente piense “estos son los que quieren…xx”. El espíritu actual del 15M también se podría resumir en unos pocos puntos mínimos. Unitarios y generales. Luego cada asamblea y cada opción política desarrollará ampliamente lo que quiere para su localidad o zona, como de hecho se viene haciendo desde hace bastante tiempo pero de forma dispersa. Busquemos, no como a veces se dice el “mínimo común múltiplo” de diferentes organizaciones y partidos, sino más bien, si se me permite la expresión matemática, debemos buscar el máximo común divisor (de números enteros es el mayor número que los divide sin dejar resto), es decir busquemos el máximo de lo que nos une y luchemos por ello. Como punto de partida seamos ambiciosos, por lo unitario-transformador. Después la realidad nos dirá lo que podemos o no conseguir.
Muchas asambleas del 15M están en este debate, de plantear y exigir públicamente un programa de mínimos. Ver, por ejemplo, el foro-blog del 15M   http://foro.tomalosbarrios.net/ En concreto en la Sierra de Guadarrama (Madrid) podemos ver varios debates recogidos en este Foro. Por ejemplo, uno ampliamente transcrito en el acta de mayo de la asamblea 15M de Villalba: http://foro.tomalosbarrios.net/viewtopic.php?f=91&t=3044&p=5428#p5428 Debate realizado para responder a las preguntas planteadas sobre estos mismos temas en la coordinadora de asambleas APM (Asamblea Popular C. de Madrid). En este caso se consensuó que, ante las próximas convocatorias electorales: 1, el 15M no se presentará como un partido o candidatura electoral, pero, 2, llamará  a la participación  votando, NO se apoyará la abstención (ni el voto en blanco, que en la práctica siempre beneficia a la derecha o a los partidos mayoritarios); 3. SI a exigir un programa de mínimos a los que concurran a las elecciones, y 4, este programa (del 15M) se elaborará recogiendo propuestas entre el vecindario, en la calle, debatiéndolas y haciéndolas públicas, para que cada opción electoral “se retrate” públicamente, diga qué acepta (y qué no) de los planteamientos recogidos por  la ciudadanía y planteados por el 15M.  
Sugiero, como parte de este debate, plantear cuatro puntos básicos generales e irrenunciables, que sean marca del 15M (y de quien quiera asumirlos):
1.      Renta básica universal garantizada para toda la población que no tenga empleo u otros medios de subsistencia. El empleo para todxs solo será posible trabajando menos horas, es decir reparto del trabajo. Esto supone que toda la población tiene derecho al empleo y el que no lo tenga se le debe garantizar unos ingresos mínimos por parte del Estado.
2.      Garantizar el derecho a la Vivienda a toda la población.
3.      Servicios públicos universales y gratuitos garantizados, cumpliendo la Constitución española: Educación, Sanidad, Justicia,…
4.      Regeneración democrática. Legislar de verdad en: transparencia total (garantía contra la corrupción), listas abiertas electorales, voto igualitario en todo el Estado, democracia participativa y directa.  
En definitiva todo el ideario se podría resumir en: empleo-renta básica, vivienda y servicios públicos para todxs, regeneración democrática, transparencia y democracia participativa.  A algunos les puede parecer poco, pero es mucho, muchísimo, para la mayoría. Conseguir esto hoy sería toda una Revolución Democrática.
Tomás Alberich (septiembre 2013)

POR UN CAMBIO ORGANIZATIVO EN EL 15M


Desde que nace el movimiento social de indignados "15M" (el 15 de mayo de 2011) discute, y le discuten, su futuro. Permanentemente. 
Primero muchos “expertos” (tertulianos, políticos,…) saludaron el nacimiento de un nuevo movimiento de protesta pero le auguraban “unos días o semanas de vida”. Luego, cuando vieron que no desaparecía, le marginaron y/o criminalizan. Internamente ha consolidado unas formas de funcionamiento radicalmente democráticas y participativas. Esto ha sido uno de sus grandes aciertos y aportes: mostrar que es posible organizarse de una manera diferente, muy democrática, horizontal y con acertada utilización de las TIC. Pero, por contra, no se ha conseguido construir un solo 15M, reconocido y que pueda ir a más. Existen varios que se superponen y que normalmente se apoyan mutuamente pero que a veces crean cierta confusión y, sobre todo, ralentizan en exceso la toma de decisiones para temas fundamentales. Funcionan: la coordinadora de asambleas APM de Madrid y las coordinadoras de otros territorios (autonómicos), que se coordinan débilmente a nivel estatal, más bien se comunican. Y en Madrid los grupos de trabajo de acampada Sol. Paralelamente está el 15M virtual-real, con sus propias dinámicas.
Desde mi punto de vista, después de más de dos años de experiencia, es necesario dar un salto adelante. Sería conveniente apostar por una estructura clara, una organización reconocible como única, con un programa político-social de mínimos, con portavoces rotatorios pero públicos y reconocidos, hacia dentro y hacia fuera. No serían “representantes” o delegados, la democracia representativa no es necesaria en el movimiento o al menos hay que seguir intentando funcionar de forma asamblearia. Pero sí es necesario tener portavoces estables elegidos por un periodo definido (3, 6 meses o el tiempo que se decidiera) y que no se pudiera repetir como portavoz en los siguientes periodos para asegurar la rotatividad. Esto facilitaría que la comunicación pública, tanto en el entorno más cercano como a los medios de prensa, fuera reconocible y clara, a todos los niveles territoriales, además de tener una única coordinación estatal y portavoces del movimiento para sus relaciones internacionales, siempre rotatorios.
La otra vía es la de permanecer como movimiento-marea. Esa es la predominante actual, en la que se ha avanzado bastante en la organización y en la toma de decisiones pero, desde mi punto de vista, no lo suficiente. No es ya solo un “clima” (como acertadamente lo definió Fernandez-Savater en su momento). Es bastante más. Pero la situación de emergencia social actual y las demandas ciudadanas exigen dar pasos decididos. Hay que fijarse en otras experiencias, como la de la PAH, apoyada y participada por el propio 15M. Es cierto que si el movimiento se organiza y estructura más, algunas personas pueden desanimarse, pueden considerar que pierde parte de sus esencias. Pero también hay que considerar que otras muchas han dejado el movimiento cuando han visto que en las asambleas los debates eran casi interminables, agotadores y, lo que es peor, semana tras semana se discutían cosas ya debatidas para poder tomar una decisión consensuada. Ese esfuerzo hay que dedicarlo a otras tareas más efectivas. No estamos para purezas. El 15M no es una “marea” como lo fue al principio. De hecho las mareas ciudadanas están compuestas por la suma de organizaciones, colectivos, sindicatos,… y personas a título  particular. En el 15M todas estamos representándonos solo a nosotras mismas, y ya es bastante. Este fue seguramente el 2º mayor acierto.
Arriesguémonos a dar un paso adelante, sin miedo. La realidad y miles de simpatizantes están demandando cambios.

Tomás Alberich (agosto 2013)




POR UNA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA. Vías de futuro de los movimientos de indignados después de dos años de 15M

Hace ya más de dos años que nació el movimiento de indignados “15M” y los problemas sociales que provocaron aquel levantamiento de rebeldía popular han ido a más. No hace falta dedicar mucho espacio a lo que tenemos claro. Hoy hay más paro y precariedad, más privatizaciones… y un sistema político caduco que no funciona, lo cual no significa que vaya a desaparecer por sí solo. Es evidente que la corrupción político-económica que se denunciaba hace años ha ido a más o, para ser más exactos, ha aumentado el conocimiento público de lo que ya existía (Bárcenas-PP, Urdangarín, exCEOE, Bankia…) en medio de un país que transmite la imagen de decadente viejo dirigido por un viejo Jefe de Estado, con patente de corso para matar, matar animales en peligro de extinción y cazar fortunas mediante protegidos y testaferros.
Por contra, algunos de los mayores desmanes del sistema se han parado o al menos se están repensando, por la oposición activa, directa y masiva de movimientos sociales.
Seguramente su mayor éxito ha sido paralizar cientos de desahucios y frenar el latrocinio de la banca con una ley hipotecaria hecha a su medida. Y que se re-piensen nuevas privatizaciones. En estos dos años la oposición principal alrégimen ha estado en los movimientos de indignados, en las mareas ciudadanas y en unos pocos, muy pocos, miembros del poder judicial y de minorías políticas y sindicales.   
¿Cuál puede ser el futuro del 15M? Imaginamos diversos escenarios:
1.      Híper-ideologización y lentitud. Más de un miembro ha dejado las asambleas por los debates interminables. El 15M puede ir perdiendo fuerza paulatinamente mientras otros movimientos la van ganando, tipo mareas ciudadanas. Muchas asambleas pequeñas han desaparecido en estos dos años o existen solo virtualmente, mientras otras que han conseguido conectar activamente con los problemas directos, locales-globales, se han convertido en un pragmático movimiento-soporte muy activo (desahucios, ayudas solidarias a familias, apoyo a otros movimientos) y con muchos aciertos. Han demostrado y muestran su utilidad semana tras semana.
2.      Creación de un partido político o registrarse como asociación de cara a las próximas elecciones de 2015. Tendría la ventaja de su incidencia político-electoral directa. Los cambios hay que hacerlos también en los parlamentos e instituciones. En última instancia es necesario conseguir cambiar las leyes y no hay manera de cambiar el sistema sólo desde fuera. Los mecanismos tipo ILP son fundamentales a la vez que insuficientes. Pero esta opción tendría el grave inconveniente de que muchas personas dejarían de participar porque precisamente están en el 15M por ser unitario y apartidista.
3.      El no convertirse en opción política electoral no debe evitar el debate que se tiene sobre el tema (bastante vivo actualmente) y el apoyo público a las opciones unitarias que se consideren más cercanas al 15M en cada nivel (local, estatal europeo). Para esto es necesario elaborar un programa de mínimos.
4.      A corto-medio plazo se puede promover la unión-fusión con otros movimientos cercanos, actuales (tipo coordinadora rodea el Congreso 25S) o nuevos, que pueden surgir a partir de las mareas en defensa de los servicios públicos y de otros grupos de población más que indignada, harta. El sistema asambleario está calando en la sociedad como nueva forma de organización democrática de los movimientos sociales, superando en eficacia a las formas tradicionales (sindicatos, asociaciones jerarquizadas,…). Seguramente el mayor logro del 15M ha sido empapar a la sociedad y a los movimientos sociales de nuevas formas de organización, de nuevos métodos más democráticos.
El 15M es un movimiento todavía nuevo, abierto a los cambios y que por lo tanto no debe tener miedo a perder historia ni siglas si no a ganarlos. Seguramente la mejor vía será una suma-cristalización de las citadas.



Para leer más sobre el 15M y el análisis de Tomás Alberich ver: Revista Española del Tercer Sector, nº 22 sept-diciembre 2012:http://www.fundacionluisvives.org/rets/22/articulos/96856/index.html (el registro es gratis para suscribirse a la revista).

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