27 de febrero de 2018

Asociaciones, correa de transmisión y partidos políticos (una relación difícil)

Recuerdo a mis profesores del Instituto e incluso a mi padre diciéndome cundo tenía 17 o 18 años que no me metiera en política….”la política para el que vive de ella….” decían, y recuerdo también las primeras fiestas de las asociaciones de vecinos en todos los barrios de Madrid(*), San Antonio de la Florida, la Melonera y las de El Pozo del tío Raimundo que eran absolutamente memorables, pero ir a estas fiestas también les parecía mal a estos que no querían que nos metiéramos en política, pues no había duda de que las asociaciones de vecinos estaba trufadas de comunistas que querían desestabilizar el sistema y se 
Cartel de 1976 cedido por Ramon Adell
Archivo BAP 
aprovechaban de inocentes jóvenes como nosotros para aleccionarnos y llevarnos por el camino de la perdición política… Y no les faltaba razón pues efectivamente para el partido comunista , podríamos decir el único partido de aquellos años, con excepción de algunos grupos menores como ORT,  MC,  PC-ML,  PT y algún otro (el PSOE no existía ni se le esperaba), la creación y puesta en marcha de asociaciones de vecinos y la realización de todo tipo de actividades festivas y culturales (CCOO hacia algo parecido) era la estrategia a seguir para concienciar a la población de la necesidad de iniciar el camino hacia la democracia (democracia burguesa la llamábamos en el MC), efectivamente era su estrategia y funcionó sumada a la jugada del “Eurocomunismo” pero eso es otra historia…..

Cuando las cosas se tranquilizaron y apareció el PSOE empezaron a acusar al PC de utilizar a las asociaciones como “correa de transmisión” de sus intereses, obviando por completo que en la época en la que se puso en marcha esa estrategia los partidos políticos estaban prohibidos y los que militábamos en ellos nos jugábamos algo mas que una reprimenda de nuestros padres, pero esto se olvidó por completo e insistieron una y otra vez en el temita de la “correa de transmisión” y empezó a ser una respuesta recurrente en muchos de los ayuntamientos en los que gobernaba a pesar de que gran parte de los cuadros del partido provenían de las AAVV (como digo en el PSOE no había suficientes militantes ni simpatizantes). Este argumento se instaló fuertemente en esos órganos de poder hasta que descubrieron que con las asociaciones en ese momento descabezadas podían realmente crear una red clientelar que diera “respaldo ciudadano” a sus políticas (todo para el pueblo pero sin el pueblo), todavía hoy a muchos alcaldes se les podría asignar la frase de Goering un poco retocada “cuando escucho la palabra participación hecho mano a mi pistola”.

A mi manera de ver estos datos que son contrastables con la memoria de los que somos algo mayores y llevamos tiempo en el “ajo” o con la hemeroteca para aquel que tenga tiempo y ganas, vienen a demostrar que si la izquierda en algún momento utilizó las asociaciones fue porque no había otro camino pacífico para transformar la sociedad y en cualquier caso nunca con objetivos espurios, si no completamente legítimos. Soy un tanto firme en esta cuestión pues costó avanzar en conseguir la  imposibilidad de perpetuación de la dictadura (lo de Billy el niño y esos tipos no era broma).
Cartel de 1993 cedido por Ramon Adell 
Archivo BAP 
Hoy es completamente diferente. Los Ayuntamientos, y qué decir de otras administraciones, han asumido por completo que tienen una red ”cívica” para legitimar sus propuestas, por muy descabelladas o interesadas que estas sean, una red que mantienen a base de subvenciones y otras prebendas, cuando están en el poder y con promesas y otras cuestiones cuando están en la oposición, hasta en los colegios pocos directores han podido sustraerse a la tentación de tener un  AMPA afín que no les de problemas ni destaque sus debilidades, haciendo gala estos de un mal entendido corporativismo y dejando pasar la opinión de la única parte voluntaria de la comunidad educativa. Es decir las asociaciones en muchos casos se han convertido en “correa de transmisión” de los partidos del bipartidismo, y lo digo así con todas las letras pues en los pocos casos en que una asociación o sus órganos de gobierno son simpatizantes de IU u otras izquierdas siempre suelen anteponer los intereses de la asociación a los del partido… es lo que tenemos los de izquierdas (que diría Almodóvar).

Llegados a este momento los nuevos partidos y los ideólogos de estos han puesto en marcha una nueva forma de participación menos manipulable, y digo han puesto en marcha porque estas teorías y metodologías están en danza hace bastantes años, que van desde los presupuestos participativos ya estudiados y avalados por Tomas R. Villasante desde hace al menos 20 años, que presentó el libro de Tarso Genro sobre los primeros presupuestos de este tipo en Brasil, hasta las mareas y la PAH, que tienen un precedente en el México de los años 80 (Superbarrio),  incluso los “nuevos” métodos de gestión social y empresarial como el Dragón Dreaming, que podíamos asimilar al concepto “sentipensante” de la Colombia de los 90.

No quiero terminar este post sin aclarar que no quiero decir que las asociaciones hayan quedado obsoletas como herramienta de participación política y social, sino que evidentemente estamos en un cambio de ciclo en el que espero que estas entidades sepan separarse del poder, no para enfrentarse a él sino para comenzar un camino que sea una relación entre iguales en el que ambas partes puedan jugar su papel libremente.

Anécdota

Una noche hace algunos años (bastantes) me encontré con el gran político Juan Mari Bandrés en un bar del barrio de las letras y estuvimos charlando hasta altas horas, en un arranque de inocencia juvenil le pregunté sin ambages “¿el poder corrompe?” y el casi sin pensarlo pero denotando que era una respuesta recurrente dijo “no sé yo todavía no he gobernado…” pues eso…con el tiempo he ido meditando sobre esa respuesta y no sé si el poder corrompe pero estoy seguro que expulsa de su entorno al que no juega con sus reglas y parece que una de las principales (del poder no de la política) es la mentira y la manipulación.

PS.: Poco antes de publicar este post se manifiestan a lo largo del país pensionistas que reclaman una retribución acorde a su aportación a lo largo de su vida laboral, estas manifestaciones, ejemplares, siguen la formula de convocatoria más actual, tipo “Marea” en la que no aparecen partidos políticos, ni sindicatos….y tampoco aparecen ninguna de las asociaciones de la tercera edad de las que hay una en casi todos los municipios de España, para mí esto es un claro ejemplo de lo expuesto anteriormente, todas estas asociaciones disfrutan de locales, viajes y muchas otras “ayudas”, que son percibidas por sus órganos directivos como regalo del alcalde de turno, pues este suele encargarse de que así lo vean…..como digo una nueva manera de hacer y pensar debe de instalarse en las asociaciones, como elemento de participación ciudadana…y confío plenamente en ello … Otro mundo es posible. De hecho las mareas serían poca cosa si no fuera por los cientos de asociaciones (y sindicatos) que se unen para moverlas…

Antonio de Juana




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