25 de mayo de 2018

De casas y tronos, democracias internas y plebiscitos

La trayectoria política de Pablo Iglesias ha estado marcada por la sobreexposición a lo público y a los medios de comunicación. Desde 2014, que se embarca en la construcción de Podemos, este protagonismo se multiplica y busca persistentemente salir en los medios de comunicación, también como forma de hacer la “nueva política” de la transparencia; pero que indudablemente obedece a una personalidad propia, ególatra o no, que desea esa permanente sobreexposición mediática. En poco tiempo consigue más de un millón de seguidores tuiteros y a menudo envía videos de características muy personales. Muchos grabados en su propia casa, incluso me han llegado videos enviados por Pablo hablando con su animal de compañía explicándole cosas…


La política espectáculo permanente
En las últimas décadas del siglo pasado cristalizó dentro del feminismo la conocida máxima de “lo personal es político”. “El ámbito privado se revela en ese momento como espacio de generación y perpetuación de desigualdades y, por tanto, también como espacio de acción en la lucha feminista” (Pedro Porta y Florencia Musante, 2016).

Se plantea que debe existir una cierta coherencia entre la vida cotidiana, las relaciones familiares, el trato a los demás y la forma de vivir. Pero considerar que lo personal también es político no significa hacer de tu vida personal un espectáculo. Ni tampoco un exhibicionismo por el que se quiere liderar a “los de abajo” mostrando una forma de vida alternativa a la de la burguesía o de la casta. Si luego no cumples con ese ideal alternativo (que debería ser monacal para algunos) no te puedes quejar porque te critiquen.

Incorporar los aspectos de la vida cotidiana a la política es necesario, pero no significa exhibirte permanentemente. Hay puntos intermedios, como lo han hecho otros muchos dirigentes políticos, alcaldes del cambio incluidos, que han procurado mantener un perfil público de su vida personal lo más bajo posible. Al igual que entre vivir en un humilde piso vallecano y comprarse una mansión también hay otras posibilidades. Aquí se puede aplicar la máxima de que en el punto medio está la virtud.

Personalmente pienso que lo del mega chalet ha sido un error, pero que lo peor han sido los pasos siguientes, que lo han agrandado infinitamente y han mostrado la debilidad de una organización dirigida autoritariamente. El problema no es la compra de una casa, el problema es el exhibicionismo, la falta de coherencia y, sobre todo, el tipo de liderazgo creado y la falta de democracia interna.

Desde hace cuatro años, primero como europarlamentario luego como aspirante a Presidente de Gobierno, Pablo Iglesias Turrión (PIT) cada dos o tres días quiere ocupar las portadas de los medios. En octubre pasado me preguntaba: ¿no hay nadie que pueda hablar con Iglesias y le aconseje dejar de decir algunas cosas?, Afirmaciones del tipo de Pedro Sánchez aspira ahora a "ser vicepresidente de Rajoy", o “Rajoy no ha suspendido la Generalitat, ha suspendido la democracia" con el art 155. En pocos años Iglesias pasó de comunista antisistema a decir que Podemos defendía un programa solo socialdemócrata y que él hablaba frecuentemente con Zapatero para recibir consejos. Y, al poco y pasadas las elecciones de 2015, volver al radicalismo.

¿Se puede estar siempre instalado en la política espectáculo? ¿Buscando el titular más ingenioso cada día? ¿Piensa el Sr. PIT que así aumentará los votos o solo su ego? Con facilidad se puede pasar del ingenio a la gran boutade y de esta a la gran tontería.

Su trayectoria política está además marcada permanentemente por la mezcla de lo político con lo personal. Sucesivas parejas encumbradas o defenestradas. Juego de Tronos que tanto le gusta. Con esa sobreexposición y exhibición permanente, desde lo más personal hasta lo más transcendental, se sorprende ahora Iglesias de que los medios de comunicación del corazón, en los que también ha participado, y los de la intoxicación de las cloacas, se hallan tirado juntos a degüello.
Echar la culpa de todo lo que ha pasado en los últimos días al mensajero, al profesional de las cloacas, solo sirve para dar publicidad al sujeto, aumentar egos respectivos y errar el tiro. El chalet y sus incoherencias derivadas habrían salido en los medios, antes o después. Desde luego en este país hay problemas que nos preocupan más que si Pablo e Irene compran o dejan de comprar, hipotecándose hasta las cejas. Lo peor es convocar un referéndum para que sean todos los adscritos a Podemos los que digan si les parece bien o mal.

De nuevo, un referéndum manipulado

Recientemente se preguntaba a la afiliación de Podemos que respondiera sí o no a varias cosas, pero en una sola pregunta. Otra vez, como en anteriores consultas: en abril la dirección preguntaba a toda la afiliación sobre si se estaba de acuerdo en, 1, ir en confluencia con otras fuerzas políticas para los comicios de 2019 y 2, con la denominación de “Podemos” presente en la confluencia o coalición a presentar. Para las dos cosas solo se podía responder con un solo sí o no global. Los que quisieran ir a la unión con otras fuerzas y no les importara el nombre a presentar ¿Qué tenían que votar? (Aspecto que ya hemos comentado anteriormente http://tomasalberich.blogspot.com.es/2017/09/errores-de-izquierda-ii_7.html)


Pero ahora PIT sobrepasa lo imaginable... Se pregunta a la vez si Pablo Iglesias e Irene Montero siguen en sus responsabilidades o deben dimitir de todo y a la vez. Pablo convoca a toda la afiliación por su propia decisión personal. En una carta (en otra ocasión) indicaba que “había decidido” convocar un referéndum a toda la militancia sobre pactos... Él solito decide convocar a todas las personas adscritas. Ahora lo mismo pero decidido por dos. Primero lo anuncia en todos los medios de comunicación (sábado pasado). Luego convoca a los órganos del partido para que ratifiquen lo que ya se ha anunciado. Según lo publicado “la Ejecutiva ha avalado la consulta” el pasado lunes ¿Qué margen de decisión le quedaba a la Ejecutiva de Podemos, no digamos ya al Consejo Ciudadano estatal? El bonapartismo PIT decide y los órganos ratifican. Los dirigentes críticos anuncian que se abstendrán en la consulta por considerarla “innecesaria” o “excesiva”. No tienen la valentía suficiente para pedir el voto negativo, o, simplemente piensan que el daño está ya hecho y que si triunfa el no a la pareja dirigente será peor para el partido. Pero abstención ¿de qué sirve?

Como siempre, la pregunta es el todo o nada. O estás conmigo o contra mí, que tanto nos gusta a los españoles y mediterráneos. Otra consulta-plebiscito a elegir entre el todo (seguimos los dos de jefes supremos de Podemos, en la práctica con más poder aún) o la nada (dimitimos y nos vamos a casa). No hay matices posibles. No hay grises.

Habrá afiliación que crea que son dirigentes prescindibles, pero que, por ejemplo, deberían seguir con su labor parlamentaria, magnífica en la mayoría de los casos. Y que, por su incoherencia, no debería dirigir al Partido. Pero no, eso no se pregunta. O lo dirijo todo o me voy al paro.

Ni siquiera se pregunta por separado: también habrá quien piense que, por ejemplo, Irene lo está haciendo muy bien y que quien debería dejarlo es el líder supremo, o al revés. Pero no, la pregunta es única: o los dos de jefes o ninguno. Presentado así por Pablo no deja de ser un poco machista.

¿No hay otros problemas más importantes en España que movilizar a la afiliación para que decidan si les parece bien la compra de la mini mansión? Con un PP enfangado en la corrupción hasta las cejas, el engaño y la parálisis institucional; un Ciudadanos envuelto en la bandera rojigualda, azuzando el nacionalismo patriotero más casposo, quitándole el voto ultra al PP; un President de la Generalitat provocador y un PSOE aparentemente moderado, que no sabe no contesta, que un día habla de dialogo y otro dice que el President es el Le Pen de acá, y que parece que quiere ganar las elecciones como el No Presidente: esperando a que los adversarios se peguen entre ellos. Con todo esto encima, los dirigentes de Podemos se lanzan a la consulta interna, a mirarse el ombligo. Solo la presentación de una moción de censura por el PSOE nos sacará del marasmo y el ensimismamiento.

Podemos tiene un grave problema de democracia interna, cuando un dirigente puede convocar referéndums cuando le da la gana, sin ni siquiera reunir previamente a su ejecutiva o al Consejo Ciudadano estatal.

¿Por qué la convocatoria? Qué mentalidad tiene una persona que no soporta ninguna crítica interna... o que cada vez que recibe una su respuesta es “me voy y lo dejo todo, si no soy reelegido Secretario General”, lanzado hace apenas un año frente a las críticas y a la posibilidad de derrota frente a Errejón. En ese momento la afiliación de Podemos tuvo que aguantar la campaña de que si Pablo se iba el proyecto se hundía, desaparecía.

Tal es también la concepción de la política de algunos sesudos profesores activistas, excompañeros de mi Facultad: vi a Monedero y a Vestringe decir públicamente, casi al unísono, que “si Pablo se va” el proyecto de Podemos “no dura dos semanas”, decía uno o “se disolvería al día siguiente” decía el otro. Tal es la confianza que tienen en la organización estatal que han ayudado a crear y que cuenta con decenas de miles de activistas. ¿Va a desaparecer porque se vaya el líder supremo? No lo creo, más bien al contrario. Errejón ha permanecido como número dos del partido durante años, luego relegado a Madrid por intentar encabezar la organización. Él puede ser el nº 2 o el 20, PIT ¿solo puede ser el 1 o irse a casa?

“El plebiscito chalet sí, chalet no, Pablo sí o no, líder sí o no, confirma la línea bonapartista de Iglesias desde el primer Vistalegre, que también planteó como un plebiscito: o sale mi opción o me voy”. Editorial de CTXT que suscribo completamente. Solo un matiz, los votos de Podemos http://ctxt.es/es/20180516/Firmas/19690/pablo-iglesias-irene-montero-casa-podemos.htm

Los votos
En las elecciones generales de 2016, el grupo parlamentario de “Unidos Podemos” se conforma con la suma de los partidos Podemos, Izquierda Unida, Equo, En Marea, Cataluña en Común y otros partidos menores que concurrieron juntos a las elecciones. En total obtuvieron exactamente cinco millones de votos. En las elecciones anteriores de 2015 casi los mismos partidos, sin Izquierda Unida, obtuvieron prácticamente el mismo resultado (el famoso millón de votos perdido). Podemos nunca ha obtenido cinco millones de votos por sí solo, como se empeñan algunos en repetir. Por no hablar de las encuestas en que, desde 2015, el voto directo a Podemos cae sucesivamente, y PIT es el 2º dirigente político estatal peor valorado (mientras que Garzón es el 2º mejor valorado).

Lo que sí se puede decir es que actualmente Pablo Iglesias preside un Grupo Parlamentario del que forman parte partidos que sumaron en total cinco millones de votos. Que es algo bastante diferente.

En cualquier caso, cuente con los votos que cuente, Podemos por sí solo es una fuerza política fundamental en el tablero político y para la izquierda. Ha dirigido con bastante acierto los procesos de confluencia de progresistas e izquierdas diversas y, a pesar de lo que digan algunos y deseen muchos otros, seguirá existiendo después del plebiscito.

¿Cuántos votos va a perder Podemos por la incoherente compra? Muchos. ¿Y por el plebiscito impuesto? Algunos más. El desánimo y la frustración de bastantes seguidores es patente. La organización entra y sale fracturada del referendo, por el empeño del dirigente en ponerse por delante del colectivo. Sea cual sea el resultado. Pero si triunfa arrolladoramente el sí puede ser utilizado para aumentar aún más la dirección de tipo caudillista.


La crisis está abierta, pero también podría servir para una catarsis que consolide la organización y la democratice internamente (si el resultado es equilibrado), revisando cual es el papel de los dirigentes (se podrían acordar un poquito de lo que se decía en el 15M). Puede, incluso, salir con más fuerza a medio plazo. Sobre todo si la actual pareja dirigente, paulatinamente, se va haciendo a un lado.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, a este paso dentro de poco tendremos nuevos vídeos de "En tu casa o en la mía" con Pablo e Irene

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  2. Coincido en tu análisis. Yo creía que estas incoherencias tardarían más tiempo en manifestarse. Ha sido una torpeza que -en un líder tan personalista y tan acostumbrado a dar lecciones a los demás- demuestra la incoherencia entre lo que se predica y lo que se és.
    De verdad que lo siento, sobre todo por Izquierda Unida, que creo, debería de replantearse -mas allá de lo estratégico- si no sería el momento de tomar su propio protagonismo en la izquierda ensombrecido ahora, por el despliegue mediático de "Podemos".

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