21 de febrero de 2014

Granados, Nicaragua y otras cosas.



Leo la sorprendente noticia del dinero suizo de Francisco Granados: “Una concejala socialista destapó y documentó cómo se había amañado el primer gran pelotazo facilitando por el político a un constructor amigo. Fue la fiscal del caso quien entendió que los hechos podían implicar la existencia de prevaricación, tráfico de influencias, cohecho y malversación pero a renglón seguido adujo que los delitos habrían prescrito en 2010, un año antes de la denuncia. O sea, cuando Granados era aún vicepresidente del Gobierno de Esperanza Aguirre y consejero de Justicia e Interior” (Infolibre, 20/02/14).... y no pasó na. No sé por qué me extraña es, por ahora, el séptimo político PPsuizo.
 Conocí a Granados en un viaje institucional a Nicaragua, allá por abril del 2002. Un grupo de alcaldes y concejales estuvimos una semana larga recorriendo la provincia nicaragüense de Madriz, para conocer mejor la zona y ver in situ los resultados de los programas de cooperación que se realizaban con el apoyo de localidades españolas, ayuntamientos madrileños de la Alianza Madrid-Madriz. 

Granados era (supongo que lo sigue siendo) una persona afable, educada y simpática a ratos. Contaba cómo había conseguido llegar a ser Alcalde en una ciudad del sur (Valdemoro) casi en lo que se llamaba el “cinturón rojo” madrileño. Explicaba que lo consiguió haciendo desde la oposición una política de centro y proyectando una imagen moderadamente progresista que seguía practicando.

La veintena (más o menos) de representantes locales recorrimos en autobús varias zonas. Primero Managua, en la que vimos como la capital estaba formada mayoritariamente por decenas de miles de casas muy modestas, que aquí consideraríamos poco más que chabolas (me recordaban al antiguo Orcasitas madrileño). En Managua vimos la pobreza por las calles, en cada cruce. Decenas de chavales ofreciendo pequeñas bolsitas de agua a los calurosos automovilistas a cambio de alguna moneda. 

Un pueblo trabajador, activo, pero con mucho paro. Las recientes épocas de sequía habían causado estragos. La casi guerra civil montada por los norteamericanos contra los sandinistas (armando y financiando a la llamada “contra” desde el país vecino) habían desangrado al país recientemente, durante casi una década. USA se había gastado cientos de millones de dólares en financiar una guerra terrorista. España se estaba invirtiendo unos pocos millones de pesetas en cooperación. 

Ya en la provincia de Madriz, visitamos escuelas construidas con cooperación española, ayuntamientos  a los que se les dotaba con algún equipamiento o mínimamente en asesoramiento y alguna financiación puntual, como la construcción de nuevos pozos de agua para hacer frente a la sequía. También vimos las descoordinaciones de la cooperación. ONG que habían invertido mucho en construir mini-centros de salud en pueblos que permanecían cerrados y vacíos, no había dinero para equiparlos ni personal que los pudiera atender.

Pero si en Managua vimos pobreza en Madriz la situación era peor. Recuerdo como nos acercamos a un poblado en que el punto de agua más cercano estaba a dos kilómetros, un río casi seco. La población vivía en chozas prácticamente en la nada. Los niños correteaban entre basura, animales, etc. (como podemos ver en muchos reportajes). Algunos compañeros del viaje se hacían fotos delante de las “casas” con la población autóctona ¿Cooperación o turismo exótico?

Después subíamos al microbus y seguíamos el viaje, charlando afablemente. El señor Granados, número dos-tres de Aguirre y el PP madrileño, en esa época tenía al menos un millón y medio de euros ocultos en Suiza. Ahora me pregunto ¿qué estaría pensando, qué se le pasaría a este señor por la cabeza cuando íbamos pueblo tras pueblo y los nicaragüenses, los pobres de los más pobres, nos recibían con los brazos abiertos, con regalos, invitándonos a comer, con fiestas de recibimiento a esos españoles que les “iban a ayudar”...?.

Durante el viaje teníamos pocos debates políticos, para no discutir. Íbamos representantes de PP, PSOE e IU. Pero el viaje coincidió con el golpe de Estado en Venezuela, en el que un grupo de militares y empresarios intentó derrocar a Chávez. Durante dos días estuvo secuestrado en dependencias militares hasta que los golpistas se dieron cuenta de que no contaban con suficientes apoyos internos (externos sí: de USA, Aznar, etc.). En esos días llegaban noticias confusas, no se sabía muy bien lo que estaba pasando. Ahí varios miembros del PP plantearon: “es que cuando el pueblo no quiere a un gobernante al final se le echa, sale derrotado, de una manera o de otra...”. Para ellos “el pueblo” eran esos grandes empresarios y militares golpistas. A Chávez le habían elegido en las urnas repetidas veces. Pero la derecha y la ultraderecha no se cansan. Ahora mismo lo siguen intentando en Venezuela y aprovechan cualquier ocasión, cualquier error, como los evidentes de la represión policial.

Sería excesivo por extenso relatar las enseñanzas de ese pequeño viaje a Nicaragua. Solo una reflexión final: también hicimos una breve visita a los barrios ricos de Managua. Los técnicos que nos acompañaban nos comentaban: “No os confundáis al ver estas grandes mansiones. Son de propietarios de la clase alta nicaragüense pero la mayoría de ellos apenas pasan unas semanas acá. Viven en Florida, en Miami o en otras ciudades, llevan a sus hijos a buenas universidades  norteamericanas. Aquí solo vienen para controlar que sus haciendas y empresas sigan dándoles dinero”. Son como los señoritos de los grandes latifundios andaluces del siglo XVIII o XIX, que vivían en Sevilla u otra capital. Algunos ahora lo hacen mejor. Gana-dos: Política y chanchullos aquí (Diputado, Senador, Consejero,...). El dinero en Suiza.

(talberich, 22 de febrero de 2014)

No hay comentarios:

Publicar un comentario