7 de septiembre de 2015

REFUGIADOS: DESDE LA SOLIDARIDAD A LA JUSTICIA. EUROPA AYUDA A LOS QUE PREVIAMENTE HA CONTRIBUIDO A MATAR.

Estamos situados en lo que las Naciones Unidas han calificado como la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial. Conmocionados por imágenes impactantes de niños muertos y sorprendente/aparentemente abandonados en las playas o de miles de personas andando, intentando atravesar fronteras. Todas las fuerzas políticas y sociales se han metido en el debate sobre la llegada masiva de refugiados. Después de unos días en que los gobernantes españoles tiraban balones fuera, ahora dicen lo contrario: era curioso observar como RajoyPP, aunque aquí decía que la economía española era la que mejor y la que más crecía en Europa, en Bruselas declaraban que, en la crisis de los refugiados, había que tener en cuenta el paro y los problemas de la economía española a la hora de contabilizar cuantas personas correspondía acoger a cada país.


La situación cambió radicalmente cuando, ya a finales de agosto, Ada Colau lanza su iniciativa de solidaridad y de ciudad refugio, seguida por Carmena y alguna otra ciudad del cambio progresista. A partir de ahí “tonto el último” parece una carrera sin freno en la que alcaldes de todos los colores se aprestan a salir en la foto diciendo “yo más”.
Y es que en un tema tan serio tenemos que distinguir claramente dos vertientes en el debate, la reflexión y en la acción: la humanitaria y la política, la de las causas de la situación. En la primera parece que, ahora, sí hay consenso: España y Europa deben acoger refugiados. Ya sean por persecución política o miseria económica derivada de las guerras. 
Pero, me ha sorprendido, que incluso entre las formaciones más sólidas y críticas, el debate haya derivado casi solo en esa dirección: cuántos refugiados hay que acoger, cómo actuar con ellos, etc. Largos comunicados de organizaciones políticas y sociales se dedican a distinguir entre los diferentes tipos de refugiados y de migrantes, las actuaciones de las mafias internacionales, el necesario papel de la UE, etc. Pero, si no hablamos y denunciamos las causas, repetiremos la misma historia una y otra vez. 
Los millones de desplazados que se producen en el Oriente próximo y en el norte de África, queriendo ir a Europa ¿lo son por un terremoto, por una catástrofe natural? O, más bien, tal vez ¿son personas que huyen de las guerras que les han montado las potencias de la zona? 
Si Europa, USA y la OTAN no reconocen las barbaridades realizadas en los últimos años está claro que se volverán a repetir y quienes van a ser los más perjudicados: la ciudadanía, la mayoría social. Para no alargar este artículo en exceso, recordemos solo lo ocurrido desde 2011:
En este año las primaveras árabes se extienden como movimientos sociales pacíficos de masas que reclaman democracia contra unos gobiernos despóticos y corruptos. Primero triunfa en Túnez (en diciembre de 2010 comienzan las movilizaciones y es el único país que consigue y mantiene su democracia), después en Egipto (pero apenas dura un año,  un Golpe de Estado derrota al Presidente elegido en las urnas y mata a miles de opositores. Por cierto el nuevo dictador fue reconocido por Occidente y recibido recientemente por el Rey de España). Y en otros países también hay levantamientos populares que son sofocados violentamente. La represión del ejército había causado muchas víctimas en Túnez y Egipto pero la población resistió y consiguió echar a los dictadores, con el sacrificio de centenares de muertos. 
Pero en otros países la represión continuó. Ahora bien ¿cómo es posible que a las pocas semanas de comenzado el levantamiento popular en Siria y Libia la oposición se armara y comenzaran sendas guerras civiles? La explicación no es difícil de encontrar si analizamos los intereses geoestratégicos y económicos en juego. En los dos casos se aprovecharon diferencias étnicas y territoriales para que el levantamiento popular se convirtiera en guerrilla en determinadas zonas, pero eso solo es posible con ayuda e intervención exterior. En Libia la guerra civil entre el este y el oeste del país se resuelve finalmente cuando la OTAN interviene militarmente para que Gadafi no ganara la guerra. Con la intervención masiva de la OTAN, Gadafi cae, pero lo que queda es el caos y tres gobiernos que se disputan el país entre sí con sus respectivos ejércitos guerreando y, lo que es aún peor para Europa, Libia se convierte en un Estado fallido, una fábrica de terroristas a unos pocos kilómetros de Italia, en la estela de lo que USA consiguió en Irak y desde donde, lógicamente, millones de personas quieren huir. 

     Leila Nachawati: En 2011, tras el inicio del levantamiento popular, Siria pasó de agujero negro informativo durante décadas a convertirse en el mayor productor de vídeos de la región y uno de los mayores del mundo. Youtube llegó a cambiar sus normas, que impedían la difusión de contenido violento, para adecuarlas a la necesidad histórica de contar lo que ocurría dentro del país. A diario se publicaban en la plataforma cientos de vídeos que mostraban la determinación de los manifestantes y la crudeza de la represión por parte de las fuerzas de Asad. http://www.eldiario.es/zonacritica/Siria-lineas-rojas_6_427367271.html

En Siria es aún peor. Como decíamos, a las pocas semanas del levantamiento popular y pacífico contra el dictador, una zona del país comienza la resistencia armada, encabezada por la ciudad de Alepo. Apenas unos meses después son varios los ejércitos de guerrillas los que se disputan el terreno, en lo que es ya una guerra civil en toda regla, pero en la que la oposición se ha divido entre facciones laicas y prodemocráticas por un lado y fundamentalistas ultraislamistas(con Al Qaeda ayudando) por otro, que reciben cuantiosas ayudas económicas y armamentísticas de Arabia Saudí , Qatar, etc. Sí, de esas fantásticas potencias democráticas pro-occidentales que, por ejemplo, encarcelan a las mujeres que pillan conduciendo solas un coche, a la vez que patrocinan nuestros equipos de fútbol y compran parte del Corte Inglés. 

Del lado otanista, Francia y EEUU encabezan el apoyo a los opositores armados al régimen de Al Asad. Incluso Francia anuncia que estudia reconocer oficialmente al gobierno de la oposición siria, para así poder intervenir militarmente contra Ala Asad. Pero esta oposición sigue divida y lo imposibilita. Siria se convierte en un polvorín. El Dictador sigue matando población civil, bombardeando las zonas pobladas con barriles explosivos y con bombas de gas. 
Pero, a pesar del masivo apoyo armamentístico y de voluntarios yihadistas que acuden en apoyo de los fundamentalistas sirios desde todo el mundo, no consiguen acabar con el régimen de Al Asad ¿Por qué?: 
Siria tiene un potente ejército, experimentado en sus recurrentes guerras con Israel. Además, Siria es un aliado estratégico de Rusia y de Irán, desde donde recibe ayuda. A su vez Siria es el principal sostén y aliado del libanés Hezbolá. En 2006, como otras veces, Israel invade el Líbano pero no consigue sus objetivos, ante la fuerte resistencia del ejército libanés y de la milicia de Hezbolá. Igualmente antes invadió una parte de Siria, ocupando los altos del Golán, y durante la actual guerra civil siria Israel ha bombardeado repetidas veces la zona. Hay que recordar y subrayar que el primer y principal beneficiado de la guerra civil siria es Israel, que quiere acabar con dos de sus principales enemigos: Hezbolá-Líbano y Siria. Antes ya consiguió un gobierno amigo con el Golpe de Estado en Egipto (USA y Europa parecen estar al dictado de los intereses sionistas). 
Y ¿qué hacen las guerrillas islamistas cuando ven que, a pesar de tener constituido un ejército bien armado de miles de yihadistas, no consiguen derrotar al ejército del dictador sirio? Dos años después de empezada la guerra (2013) realizan una maniobra militar maestra: ya que no pueden derrotar al Dictador dirigen sus milicias al caótico vecino Irak y, en poco tiempo, se hacen con la mitad del país, donde apenas encuentran oposición. En 2014 se declaran como “Estado Islámico de Irak y el Levante” o DAESH, una nueva fábrica de ultraterroristas junto al Mediterráneo. El aprendiz de brujo se ha hecho mayor y ya es incontrolable, tanto que quiere matar al maestro. 
Puede parecer chocante que estados musulmanes fundamentalistas, como Arabia Saudí o Qatar, persigan los mismos objetivos que Israel, pero no lo es tanto si, 1º conocemos un poco la historia de la zona (el eje Siria-Irán está enfrentado a estos países desde siempre, p.ej. Arabia está bombardeando Yemen, con el beneplácito occidental, para que su propia guerra civil no la ganen los aliados de Irán, pero esto no es noticia), y 2º, simplemente si entendemos aquello de que “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”. 
Por lo tanto ¿qué ha hecho “Occidente” en estos conflictos?: alimentarlos. 1º invadiendo Irak para robar su petróleo. 2º armando a la oposición o apoyando las guerras civiles de la zona. Como repetidamente lo ha practicado, a menos escala, en África.
Así, el gobierno francés ha pasado, de estar a punto de reconocer a la oposición siria como gobierno legítimo, a (en el día de hoy), anunciar que va a bombardear las zonas controladas por los fundamentalistas en Siria. Es decir ¿va  a bombardear a los mismos que estuvo apoyando? ¿con qué legitimidad va a bombardear territorios de un país, Siria, al que no ha declarado la guerra? ¿bombardeando se ayuda a la paz o a que los fundamentalistas tengan más apoyos y simpatías internacionales?  
Si nos olvidamos de todo esto estamos condenados al fracaso. Europa tiene que cambiar su política internacional radicalmente. Y no se trata de ayudar a pobres refugiados que huyen de situaciones calamitosas. Se trata de ayudar a la gente que Europa-USA-Israel ha contribuido a machacar. 
(T.Alberich, sept. 2015)

1 comentario:

  1. Muchísimas gracias por tu artículo Tomás. Creo que la ayuda a los refugiados debe convertirse en un grito masivo de NO A LA GUERRA, y en la denuncia de las causas

    de este genocidio.


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